En los últimos años y especialmente tras la pandemia, la falsificación de medicamentos se ha convertido en un problema muy preocupante en toda Europa que pone en riesgo la salud pública de todos los ciudadanos. Sin embargo, España, frente a esa epidemia, ha demostrado ser un país pionero en la lucha contra este problema, poniendo en marcha un sistema de verificación de medicamentos que ha servido como ejemplo para el resto de países de la Unión Europea
En concreto, se puede confirmar eque España destaca como líder en la prevención de falsificaciones de medicamentos gracias a la efectividad de su cadena de suministro. La particular organización del sistema que actualmente se encuentra en funcionamiento ha demostrado ser altamente eficaz para evitar la entrada de medicamentos falsos en el mercado.
Y, otro de los motivos por los que España se ha convertido en pionera en evitar este tipo de falsificaciones se debe a que nuestro país fue uno de los primeros países de la Unión Europea en constituir y poner en marcha su organización nacional de verificación de medicamentos, Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM), de acuerdo con lo requerido por el Reglamento Delegado 2016/161.
Unas herramientas que han permitido que, en el caso de España, no se hayan observado casos en el canal legal de distribución de medicamentos, si bien en los últimos años sí se ha detectado un incremento de la presencia de medicamentos falsificados en el canal ilegal. Sin embargo, en la última memoria de actividad la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), nos muestra como durante 2021 se realizaron más de 460 actuaciones en relación a medicamentos ilegales, de los cuales 121 fueron notificaciones evaluadas en relación a robos, extravíos y desvíos de medicamentos a tráfico ilícito. Además, se tuvo que investigar un total de 99 páginas web por no cumplir la normativa de venta online y vender medicamentos ilegales, y se retiraron hasta 796 anuncios publicitarios.
Y es que, el control en la venta online se ha convertido en todo un desafío en la lucha contra la falsificación de fármacos. En la mayoría de casos, aquellos medicamentos que se consiguen en páginas web de venta ilegal no están sujetos a las mismas medidas de prevención, y tampoco están controlados de la misma manera que los dispensados de manera presencial. Por lo que resulta mucho más probable que sean susceptibles de falsificación aumentando el riesgo para el paciente.
Escasez de fármacos, más falsificación
Los falsificadores de medicamentos se aprovechan de aquellos momentos críticos de escasez de fármacos cómo sucedió con las vacunas durante la pandemia, y es que en estos casos se vuelven más susceptible de ser falsificados al aumentar las probabilidades de que algunas personas intenten acceder a ellos por medios ilegales.
Actualmente, los medicamentos más susceptibles a la falsificación son aquellos con un alto valor en el mercado, pero también aquellos que son ampliamente utilizados. Las compras de medicamentos en línea, especialmente en páginas web ilegales, aumentan la probabilidad de recibir medicamentos falsos.
Pero bien, uno de los motivos por los que se vuelve prioritario trabajar para evitar la venta de estos fármacos, es proteger la salud y seguridad de los pacientes, siendo esencial abordar de manera efectiva la venta en línea. Por ello los esfuerzos tanto presentes como futuros deben enfocarse en fortalecer la regulación y el control de la comercialización de medicamentos en plataformas digitales.
Numerosos riesgos para la salud
Ahora bien, los riesgos para la salud de los pacientes que consumen medicamentos falsificados son inminentes. Por supuesto, el contenido de las falsificaciones es un factor crucial, es decir si el supuesto fármaco contiene sustancias inofensivas, el mayor riesgo es el tratamiento inadecuado de la enfermedad. Sin embargo, si son tóxicas no solo no atajarían la enfermedad, sino que además podrían tener directamente efectos nocivos en el paciente que se multiplicarían al encontrarse éste en una situación de vulnerabilidad.
Así, para hacer frente a este problema se requiere de la educación y la concienciación pública, dos ramas que también juegan un papel crucial en este desafío. Los pacientes deben estar informados sobre los riesgos asociados con la compra de medicamentos en sitios web ilegales y ser alentados a buscar siempre fuentes legítimas y confiables para adquirir sus tratamientos.
Con la venta de estos medicamentos está en juego ya no solo la seguridad, sino la vida de las personas. Por ello, la responsabilidad y el compromiso de todos juega un papel esencial, para lograr así proteger la salud pública y garantizar que los medicamentos lleguen a las manos de los pacientes sean auténticos, seguros y efectivos.
En definitiva, hay que tener en cuenta que aunque España ha sido un país pioneroen en la lucha contra la falsificación de medicamentos, aún queda mucho por hacer. Por ello se vuelve necesario la colaboración entre los países de la Unión Europea y la puesta en marcha de estrategias efectivas para controlar la venta ilegal en línea serán fundamentalespara proteger la salud y el bienestar de los pacientes en el futuro.
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