#ASUNTOSPÚBLICOS

Cómo convertir las elecciones 2024 en México en una ventaja para los negocios

HABLA MARILYN MÁRQUEZ, DIRECTORA DE ASUNTOS PÚBLICOS DE LLYC MÉXICO

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En México, el inicio del proceso electoral que anteriormente iniciaba en el último año del sexenio fue inaugurado de manera prematura varios meses antes en esta administración. Lo anterior ha prolongado los períodos de riesgo que las compañías usualmente enfrentan durante los procesos electorales en los que los actores políticos generan una gran cantidad de ideas, propuestas y señalamientos – no siempre sustentados técnicamente – en su lucha por los espacios de atención pública.

Además, la dinámica particular de este proceso primario de selección de aspirantes a la candidatura presidencial ha focalizado todos los ojos en dicha contienda, pero no hay que olvidar que en 2024 también se elegirán 128 escaños en el Senado, 500 Curules en la Cámara de Diputados, la Jefatura de la Ciudad de México y sus 16 alcaldías, 8 gubernaturas, se renovará el congreso local en 31 de las 32 entidades más 24 juntas municipales y 1580 ayuntamientos.

Tal cantidad de nuevos cargos tendrán impactos en miles de regulaciones y políticas públicas que afectarán el entorno de negocios de las organizaciones a lo largo y ancho del país, así como sus operaciones e incluso, su reputación. Por ello, lejos de la tentación de “ya lo gestionaremos con el siguiente gobierno” resulta fundamental que las organizaciones fortalezcan la gestión estratégica de los Asuntos Públicos para capitalizar tempranamente las oportunidades y neutralizar en la mayor medida posible los riesgos que surgirán de esta coyuntura.

“La anticipación es la clave en la que todos los equipos de Asuntos Corporativos deben trabajar y robustecer sus planes de influencia. Incrementar los márgenes de previsión tanto de análisis como de vinculación utilizando diferentes herramientas tecnológicas y tradicionales será fundamental para que las compañías puedan moldear el entorno, no sólo reaccionar a éste.”, señala Marilyn Márquez, directora de Asuntos Públicos de LLYC México. 

¿En qué deberían estar trabajando ya los departamentos de Asuntos Públicos de las organizaciones mexicanas?

1. Análisis integral basado en datos

El análisis temprano de los diferentes perfiles involucrados en la contienda electoral proveerá de información de interés para delinear posibles agendas de interés, planes de trabajo e iniciativas de impacto para los negocios. Un análisis integral de las posturas, conversaciones y comunidades de los actores clave así como de su historial de trabajo ayudará a identificar tendencias que pueden ser replicables en sus potenciales nuevas funciones y desde las cuales, se pueden desarrollar programas de blindaje y alianzas estratégicas preventivas.

2. Monitoreo permanente

En un contexto altamente volátil y polarizado en el que los actores políticos buscan exponer su perfil al mayor número de electores posible, es imprescindible contar con sistemas de inteligencia que permitan no solo detectar riesgos de manera inmediata sino desarrollar las capacidades para gestionarlos. Contar con especialistas que puedan integrar en una gran panorámica los diferentes monitoreos digitales, regulatorios, mediáticos y políticos abonarán en la previsión de posibles crisis convirtiendo los ángulos de riesgo en potenciales territorios de oportunidad.

3. Programas de comunicación transversal

Lejos está (al menos cada vez más) el estilo de trabajo por silos en que cada área trabajaba de manera separada para el logro de los objetivos de la compañía o institución. Hoy en día, resulta  vital que las estrategias de comunicación respondan a las expectativas de sus stakeholders incorporando narrativas que permitan sumar contribuciones propositivas y transparentes a la mejora de la sociedad. Aunado a ello, existe la oportunidad de incidir positivamente en la agenda de desarrollo que los decisores se encontrarán construyendo por lo que es relevante posicionar de manera individual y gremial los temas necesarios para incrementar la productividad de ciertos sectores o aprovechar el potencial de creación de valor compartido de las industrias para construir no solo un mejor país sino un mejor planeta.

4. Vinculación proactiva

La creación de redes de largo alcance, transparentes y colaborativas siempre será una ventaja competitiva para las organizaciones siempre y cuando estén basadas en la búsqueda de un diálogo abierto que priorice la solución de los grandes desafíos públicos y el bien común. Por ello, el acercamiento con los diferentes actores de manera preventiva y oportuna puede abonar a posicionar tempranamente los intereses de las compañías así como su voluntad para sumar esfuerzos en las causas que comparten y abrir canales de comunicación permanente para generar valor.

5. Neutralidad política

Si bien las organizaciones tienen que responder a las diferentes expectativas de sus stakeholders, es muy importante dimensionar el nivel de influencia que las compañías tienen en la sociedad y la responsabilidad que inherentemente guardan respecto del desarrollo de un proceso democrático transparente, armonioso y equitativo. En un ambiente con altos niveles de polarización es sumamente recomendable que los líderes de la organizaciones cuenten con protocolos elaborados por profesionales que permitan distinguir sus preferencias personales de las institucionales y se oriente a los colaboradores en este mismo sentido sobre las posibles expresiones públicas que podrían afectar la reputación de la compañía, de no existir un clara división entre los intereses de la persona y cuando lo hacen en representación de su organización.

Seguiremos Comunicando…

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