La desaparición de las redes sociales de Peio H. Riaño ha generado una turbulencia a causa de lo que se considera el primer ‘ME TOO’ del periodismo español. Y es que no se trata tan sólo de esta denuncia, sino que va más allá porque afecta de pleno al ámbito progresista de los medios de comunicación. Tan aleccionadores sobre los usos, la costumbre, perdón, las nuevas costumbres, la nueva inmoralidad instalada y más etcéteras…
Porque Riaño, que ha sido un ‘aliade’ de manual y ha apostado incluso por las políticas de cancelación, ha tragado una dosis de su propia medicina. Por lo pronto, y a pesar de no haber sido acusado con nombre y apellido por Brito, las pistas conducían hacia él. Su abrupto borrado de sus cuentas en redes sociales han acabado de señalarle como responsable de los hechos denunciados. Y, si te das una vuelta por las Redes tod@s hablan del ‘MEE TOO’ de Riaño/Escolar.
Pero este caso va muchísimo más allá. Brito no sólo denuncia el maltrato del redactor jefe de Cultura de un “periódico nacional de izquierdas” que se trataría, claramente, de ‘Público’ en su etapa de papel. Una época en la que dicho rotativo, puesto en marcha por Jaume Roures en 2007, estaba dirigido por Ignacio Escolar, hoy al frente de ‘ElDiario.es’, y contaba con Juan Pedro Valentín como director general. ¡Ay Valentín!
En aquellos momentos, según la denuncia de Brito, la actitud del sujeto señalado fue de constantes “gritos y humillaciones”. La periodista sólo consiguió el apoyo de algunas compañeras de redacción tras enviar una carta al respecto, mientras que la mayoría de los hombres se pusieron de perfil porque no querían problemas -qué grandes españoles, qué grandes compañeros y qué grandes hombres que cuidan y aman a las mujeres´. Como apunta en su denuncia, el aludido “sigue ejerciendo y firmando reportajes sobre feminismo”.
Refugiado en ‘ElDiario.es’
Tras el escándalo, la dirección del periódico ha decidido apartar a Peio Riaño. La posición de Escolar y sus compañeros de redacción es comprometida, porque supone tener que dar una lección de ejemplaridad con todo aquello que han exigido a terceros en otros casos.
Y, además, no dejan de surgir dudas sobre el nivel de conocimiento de estos hechos por parte del propio Escolar, que ejerció como director de ‘Público’ hasta 2009 y posteriormente siguió vinculado hasta 2012 como columnista. ¿Estaba al tanto de los abusos de Riaño?, es la pregunta que se plantean en el sector.
No es la única. Porque en estos momentos se van conociendo cada vez más detalles sobre los modos de Riaño por las redacciones por las que ha pasado. El que fuera pareja de la actriz Ana Milán acapara todo tipo de anécdotas, desde el paquete de Maizena en la mesa de la redacción de ’20 Minutos’ -otra vez la sombra de los Escolar y otro lugar de turbiedad con el ex seminarista y su colega Martínez Soler- al anticipo que habría pedido antes de coger la puerta en otro digital.
Todo esto, además, sirve para poner en claro una triste realidad: que el primer ‘ME TOO’ del periodismo español haya explotado precisamente en los ámbitos progresistas. Aquellos que deberían ser los más ejemplarizantes.
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