Como cada año y con motivo del día mundial de la salud mental que se celebra este martes, 10 de octubre, las organizaciones y el sector de la salud aprovechan los días anteriores y posteriores para dar visibilidad y repercusión a los problemas de salud mental, los cuáles tienen cada vez mayor repercusión en el continente.
En concreto, el Consejo General de Colegio Farmacéuticos (CGCOF) y Neuraxpharm han lanzado el ‘Proyecto Lumens: dar luz a la salud mental’, donde se asegura que el 83% de los españoles conviven con problemas emocionales desde 2021, el año más marcado por la pandemia.Un informe que además tiene porl objetivo mejorar la formación especifica de los farmacéuticos para contribuir desde la farmacia comunitaria en el abordaje de los problemas relacionados con la salud mental.
Ahora bien, los problemas más habituales con los que se suelen encontrar los farmacéuticos en el ámbito de la salud mental, son la depresión y la ansiedad. Y, en este sentido Marta Galipienzo, vicepresidenta del CGCOF asegura que el 80% de los pacientes acuden siempre a la misma oficina de farmacia, por lo que el farmacéutico es un profesional sanitario que esta cerca del entorno social de la persona con depresión. “Conocer el entorno para una enfermedad como esta es fundamental, muchos acuden a nosotros también por nuestra gran accesibilidad”, apunta.
“En muchas ocasiones sabemos donde trabaja el paciente, como está su familia o, por ejemplo, si tiene antecedentes de depresión ascendente entre los suyos”, añade. Por ello, formaciones como esta unidas a la educación sanitaria que tienen los profesionales del sector, son muy importantes para que estos sean capaces de saber cuándo detectar alertas y derivar a un facultativo.
“Hay que saber como dirigirlos y comunicarnos con ellos”
Ahora bien, además de este proyecto existen otras iniciativas y estrategias que lleva a cabo el CGCOF con los que se busca formar a los profesionales del sector en como tratar y escuchar a los pacientes de depresión, una formación muy necesaria y “muy humana”. “Debemos saber cómo dirigirlos, cómo relacionarnos y comunicarnos con ellos sin que se sientan estigmatizados”, asegura Galipienzo.
Por ejemplo, gracias a la organización de campañas dirigidas a la prevención del suicidio, poco a poco más profesionales son capaces de detectar más sus signos de alarma. Y es que, cabe recordar que según datos de la Organización Mundial de la Salud, se trata de un problema social que causa la muerte de aproximadamente más de 700.000 personas en todo el mundo cada año,
‘Adhvierte: prevención de la falta de adherencia al tratamiento’
En este contexto, hay que mencionar también ‘Adhvierte: prevención de la falta de adherencia al tratamiento’, una campaña promovida por el CGCOF en la que se cuenta con un registro de datos de adherencia en pacientes con ansiedad o depresión. De los encuestados, un 61% tenía falta de adherencia al tratamiento y, un 16% de estos era por una cuestión de olvido, algo en lo que Galipienzo asegura que tan solo hace falta una gran educación basada en la insistencia.
Pero bien, por otro lado, un 15,5% de las personas encuestadas era no adherente por no tener claro en que consiste el tratamiento de su enfermedad. “En este caso y gracias al entorno de sosiego y de reposo que , simbolizan las oficinas de farmacia, si que podemos ser útiles a la hora de explicar al paciente en qué consiste lo que le está sucediendo” afirman los expertos.
De aquí, la importancia de formar a los profesionales de la salud en los trastornos mentales para que puedan explicar bien en que consiste el tratamiento y los efectos adversos que puede conllevar, para que los pacientes sepan que estos entran dentro de la normalidad y no abandonen, incluso, enseñarles técnicas para sobrellevarlos mejor. Un ámbito en el que además, hay que insistir en la relevancia de luchar contra leyendas urbanas relacionadas con la dependencia, un 9% de los cuestionados presentaban falta de adherencia al tratamiento por miedo a generar adicción al mismo.
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