Desde el lunes de la semana pasada, el partido político extremista, Vox, ha tenido que lidiar con varias crisis que, según parece han evidenciado una mala gestión comunicativa por parte de su equipo de prensa. En primer lugar, cabe destacar que el partido que dirige Santiago Abascal traspasó cerca de siete millones de euros de sus fondos a la Fundación Disenso, presidida por él mismo, en los últimos cuatro años, según desveló una información de elDiario.es.
Además, el miércoles se produjo la dimisión de su única concejal en Extremadura la cual dimitía por desavenencias con la dirección. Un hecho que venía acompañado por varios titulares los cuáles hablaban de más “dimisiones” y “ceses” en la cúpula que, sin embargo, no se habían producido. y que procedian de una cuestión de “mala comunicación” por parte de su equipo interno.
Y es que, el partido de extrema derecha había publicado en su página web el nuevo organigrama del partido, en el cual ya no figuraba Marta Castro como vicesecretaria jurídica. En su lugar, aparecía Jorge Buxadé como coordinador de esta área. Una información que los medios de comunicación lo interpretaron como el “cese” de una mujer que había sido mano derecha de Javier Ortega Smith, apartado de la nueva dirección nacional y ahora crítico con la “agencia de colocación” en la que, a su juicio, se ha convertido esta formación.
Así, tan sólo unas horas más tarde el revuelo en los medios ya era practicamente imparable. “Lo que se podía haber vendido desde un principio como una reestructuración positiva, en la que realmente a nadie se le quita ningún cargo ni responsabilidad, ha provocado un terremoto», admite una fuente conocedora de lo que se cuece en Bambú 12 a The Objetive. Esta fuente critica que en Vox han demostrado con este caos que “desconocen por completo la comunicación política elemental“. Una semana convulsa, en la que se ha dadorienda suelta a las especulaciones por “falta de previsión y olfato”.
Un nuevo ataque a los medios como respuesta de su equipo de comunicación
Ante tales sucesos, a media mañana del viernes el equipo de prensa de Santiago Abascal se puso a redactar un comunicado. Pero bien, en este, en vez de calamar los ánimos, los de Abascal cargaron de nuevo contra los medios de comunicación, en especial de El País: “Denunciamos la falta de rigor y profesionalidad del diario de PRISA, que una vez más miente sobre Vox y lamentamos la misma falta de rigor de los medios que, sin contrastar la noticia, se han hecho eco con gravísimas insinuaciones que afectan al buen nombre de dos magníficos profesionales”.
A lo que añadían, “desmentimos de forma tajante las informaciones aparecidas este viernes, reiteramos la confianza y el agradecimiento del partido en las personas anteriormente citadas y, para disgusto de muchos, seguimos trabajando en la alternativa social y patriótica que es Vox. Mientras tanto, los medios de comunicación seguirán manipulando, preocupados por mantener el patrocinio de sus amos políticos y empresariales”.
Pero, por si no había quedado claro que la culpa era de los medios de comunicación, según fue pasando el día Vox utilizó su cuenta oficial de X para continuar su carga contra todos los medios de comunicación que se habían hecho eco del nuevo organigrama del partido. Manuel Mariscal, quien gestiona estas redes, fue más allá y escribió las siguientes palabras “son mentirosos compulsivos, son embusteros a sueldo, son corruptos, son terroristas de la desinformación“.
Sin embargo, una manera de echar trapos sucios fuera cuando el error fue interno y se podía ver en el enfado de algunos. “Comunicativamente cada vez nos parecemos más al PP (…), el daño ya está hecho” confesaba una fuente cercana a la cúpula a The Objetive ante la mala gestión comunicativa de Vox en 48 horas especialmente convulsas. Y es que, cabe destacar que desde este periódico se trató de contactar con la formación ultra durante la jornada del viernes, pero, como es habitual, no se obtuvo respuesta.
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