En un momento de plena transformación difital, la Inteligencia Artificial se alza como una de las soluciones más útiles e innovadoras para apoyar a los profesionales de la salud. Y es que la Inteligencia Artificial, con herramientas como ChatGPT, ya tiene la capacidad de sugerir diagnósticos probables con el objetivo de ayudar al médico a tomar mejores decisiones.
Pero bien, en este sentido, las empresas de tecnología médica se enfrentan a un nuevo desafío: proporcionar soluciones innovadoras para garantizar la correcta digitalización del sistema de salud. Y es que, esta será la única manera para trabajar de una manera más eficiente mediante la incorporación de soluciones tecnológicas en el día a día de los profesionales sanitarios. Dirigidas en todo momento a mejorar tambié la calidad de vida de los pacientes.
Por ello y basándose en este contexto, desde ERNI Consulting, empresa de ingeniería de software especializada en el desarrollo de software de diagnóstico médico, ponen de manifiesto la importancia de esta transformación digital: “sin digitalización, el sistema sanitario no será capaz de adaptarse a la realidad social del futuro”, explica Rubén Rodriguez, experto en Medtech de ERNI. Además, según datos de Statista, el uso de la IA puede reducir la carga de trabajo de los médicos en un 20% y en un 8% en el caso de las enfermeras, lo que significa que los profesionales sanitarios pueden dedicar más tiempo de calidad a los pacientes.
Menos tiempo y mejor asistencia
En este sentido, desde ERNI apuntan que el uso de la IA puede evitar procesos repetitivos o trabajos en los que el profesional médico tenga una sobrecarga de trabajo, lo que puede llegar a generar fatiga y, por lo tanto, más errores humanos a la hora de atender a los pacientes.
Asimismo, las herramientas de IA de aprendizaje automático y métodos de diagnóstico asistido por ordenador pueden garantizar una buena asistencia a distancia. En palabras de Rubén Rodríguez, “algunos hospitales suizos ya analizan imágenes de resonancia magnética de hospitales asociados, ya que estos últimos no disponen de personal cualificado in situ las 24 horas del día, llegando incluso a regiones rurales o a centros en países emergentes o en vías de desarrollo”.
Por otro lado, la incorporación de la IA no solo se refleja en una mejora técnica, sino que también ayuda a enfrentar los grandes retos de la sanidad actuañ. El envejecimiento de la población y la cronicidad de los enfermos son dos de los grandes problemas que afronta el sistema sanitario. Pues bien, la tecnología tiene mucho que decir a la hora de desatascar la sanidad pública y dotar de más eficiencia tanto al diagnóstico como al tratamiento de los pacientes.
No obstante, los cambios en este sentido sólo llegarán cuando los sanitarios estén realmente muy seguros de que pueden poner en manos de la tecnología la salud y todavía parece que hay una falta de confianza natural del ser humano en las máquinas. Aun así, queda clari que la IA bien aplicada, con sentido y ética, será una de las grandes revoluciones de la medicina.
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