El juez de la Audiencia Nacional se encuentra en el ojo del huracán mediático y político por haber solicitado al Tribunal Supremo el procesamiento de Pablo Iglesias. Por eso la sorpresa de algunos comensales fue mayúscula al ver el cónclave que tuvo lugar el domingo por la noche en un céntrico restaurante de Madrid. Horas en las que se reúnen amigos y no se concibe una ‘cena de trabajo’, menos en domingo, que es el día del ToroTv y el de la llegada de los artículos de la impagable Gaceta.
Manuel García-Castellón, una leyenda viva de la judicatura española por haber puesto el cascabel al gato en la instrucción de numerosos casos polémicos, está en el centro de la polémica después de haber imputado a Pablo Iglesias, vicepresidente del Gobierno, por la presunta comisión de varios delitos en el Caso Dina.
Pero, lejos de andarse con pies de plomo en este peliagudo asunto, el juez de la Audiencia Nacional, que ha denunciado amenazas del entorno de Podemos, se ha dejado ver días atrás en Madrid con unas llamativas compañías.
Los hechos tuvieron el lugar el pasado domingo 11 de octubre, por la noche. García-Castellón acudió a Rafa, una marisquería con solera del barrio de Salamanca, ubicada en la calle Narváez, a un paso del Retiro. Algún comensal reconoció a García-Castellón, al que colocaron en una especie de reservado, protegido por un biombo.
Más sorprendido se quedó alguno cuando vio la llegada de Julio Ariza, presidente de Intereconomía (ahora El Toro TV), y su ubicación en el mismo e improvisado salón. Al círculo se unieron su hijo Gabriel, asesor externo de Vox que ha obtenido jugosos contratos del partido de Santiago Abascal a través de la sociedad Tizona Comunicación, y un contertulio habitual de ‘El Gato al Agua’, Jesús Trillo-Figueroa, hermano del político del PP Federico Trillo.
De qué trató la cena es un misterio. Pero, desde luego, no parece lo más prudente por parte de García-Castellón en las actuales circunstancias. Hay que recordar las vinculaciones de los Ariza con Vox y las de Trillo-Figueroa con sectores del Opus, con los que Ariza padre también ha mantenido relación fuera de la órbita oficial de la Obra, donde nunca gozó de buen predicamento, aun siendo monaguillo.
Además, a Ariza siempre le ha gustado moverse como ‘Manolo por su casa’ por los juzgados y las cuestiones judiciales, lo que tal vez explique algunos episodios de su vida profesional. Por otra parte, Trillo-Figueroa fue durante catorce años el responsable de los servicios jurídicos de Iberdrola y da la casualidad de que García-Castellón mantiene un choque frontal con la eléctrica de Ignacio Sánchez Galán por el ‘Caso Villarejo’.
Hace apenas un mes García-Castellón admitió a trámite una querella del sindicato CGT contra el ex comisario José Manuel Villarejo e Iberdrola por varios delitos contra empleados destacados por sus actividades sindicales. Con anterioridad, el juez de la Audiencia Nacional ya llevaba meses en un tira y afloja con el entorno de Iberdrola, recusaciones incluidas, por las contrataciones de empresas de Villarejo.
De todas estas acciones, la más sonada ha sido la bronca con el ex jefe de Seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, a cuyo abogado ha llegado a denunciar, como relataba ayer mismo ‘El Confidencial’. A Torres le encantará saberlo.
Con estos frentes abiertos, no deja de ser llamativa esta cena, en la que Ariza tuvo que atender a su próstata en dos ocasiones, y no se lavó las manos… Las medidas, el Covid.
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