Lo de pedir un servicio público se le ha vuelto peligroso a Cándido Conde-Pumpido, que se ha convertido en un personaje de primera plana en las últimas horas. Ha abandonado las páginas de la prensa rosa para saltar a la prensa más negra después de ser acusado de protagonizar una agresión sexual a una prostituta brasileña junto con dos amigos.
Antes ya había estado investigado por blanquear fondos derivados de la prostitución. Conductas que distan mucho de la ejemplaridad por la que fue reconocido con un premio el pasado mes de junio por la Sociedad Europea de Fomento Social y Cultural.
También fue premiado por la organización, que cuenta con Juan Luis Galiacho y Luis María Anson entre sus directivos, su actual abogado, Ricardo Álvarez-Ossorio, amigo que dice ser de su cliente y que además figura en la lista de investigados/acusados en el caso Villarejo.
Los dos abogados a los que se reconoce con La Toga de Oro a la excelencia jurídica, tienen un recorrido en los juzgados que va más allá de su labor profesional y han conocido lo que es pasar por comisaría y sentarse en el banquillo de los sospechosos.
No se recogen los méritos de cada uno de los premiados en sus galardones, ni si ha pesado más su experiencia como clientes o como abogados. Tampoco es fácil saber con qué rigor se ha hecho tan excelsa selección de premiados. Sin embargo sí se cita en la web de la dadora de premios que, después de ser reconocidos con el galardón, hubo barra libre. Muy propio visto lo visto.
Preguntado en Onda Cero el letrado del supuesto violador sobre la condición profesional de la supuesta víctima, ha dicho: “Si no lo es, tiene toda la pinta”. De puta, se supone.”Su Instagram fue modificado después de la denuncia, donde había algunas fotografías atrevidas y subidas de tono. […] Después de que detuvieran a Cándido, tuvo un lavado de cara que parecía el Instagram de la Comunidad de Madrid”. Si tan obvio era el asunto, su amigo, el hijo del juez, debió tener claro a quién metía en casa tres días y para qué. Aunque no haya habido un clamor de “yo sí te creo, hermana”, las hermanas putas también merecen reconocimiento.
Cabe la posibilidad de que el jurado de la Sociedad que otorga los premios haya confundido lo que es un servicio público. Pero de lo que no cabe la menor sospecha es que los dos abogados, el hijo del que fuera Fiscal General y hoy es Presidente del Tribunal Constitucional, Conde Pumpido y Ricardo Alvarez-Ossorio, tienen que mejorar su relación con la mujer, pública o no.
Añadimos que, como ya hemos informado en este periódico, son muchos los intereses que pudieran ocultarse en el trasfondo de los premios que concede la Sociedad Europea de Fomento Social y Cultural. Tan supuestamente como todo lo anterior, hasta que no se demuestre lo contrario. Así lo ha desvelado recientemente en Tik Tok el mecánico Ángel Gaitán, quien ha difundido un vídeo en el que se revelaba cómo le ofrecían un premio, siempre que abonase 5.000 euros, más IVA, en concepto de campaña de comunicación.
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