Lleva tiempo vendiendo que le largaron por “represalias políticas” y ahora es más antisanchista que los que se manifiestan en Ferraz. Eso sí, siempre intentando arrimarse al Sol que más calienta, de Ayuso a Abascal, del PP a Vox, y tiro porque me toca. Ya no se acuerda de sus flirteos con Ciudadanos, que eso pasó a mejor -o peor, según se mire- vida. De lo que sí se acuerdan algunos es de cómo usaba su posición en cierto programa para pedirles a los representantes de medios que pasaban por él que le echaran una mano con los contratos de su agencia.