La relación de Pedro Sánchez con los medios de comunicación sigue siendo, cuanto menos, delicada. Mientras que RTVE o las cadenas y emisoras que conforman el grupo Prisa forman parte de su lista de favoritos, existe un cordón sanitario que Pedro Sánchez mantiene a raja tabla.
Ese cordón frena en seco las aspiraciones da algunos medios. Es el caso de ABC que ya ha denunciado en varias ocasiones un trato especialmente desfavorable al no concederle Moncloa acreditaciones a convocatorias. Una decisión del gabinete de Sánchez que deja en clara desventaja al diario de Vocento que, a su vez, es uno de los más críticos con la gestión del presidente.
Su homónimo en radio es COPE, y por extensión todo Ábside Media. Los medios que forman el grupo de Barriocanal no cuentan con el beneplácito del presidente del Gobierno. Una vez más, Sánchez deja fuera al grupo en la ronda de entrevistas que ha concedido tras ser investido presidente. En COPE dan por perdida la batalla y el propio Carlos Herrera se ha mostrado públicamente contrario a sentarse junto a Sánchez en una entrevista.
Premios y castigos
Sánchez comenzó su batería de entrevistas por sus medios más afines. El primero de ellos, la televisión pública y, más concretamente, a La hora de La 1. Un programa en el que no sólo estuvo cómodo él, junto a Silvia Intxaurrondo y Marc Sala, sino que fue uno de los escenarios más incómodos para Alberto Núñez Feijóo durante la campaña electoral.
Después, el presidente del Gobierno dio el salto a la radio para aterrizar en la Cadena SER de Prisa, donde las críticas al Ejecutivo son, cuanto menos, escasas. Y, por último, este mismo jueves, Pedro Sánchez se ha sentado junto a Susanna Griso. Lo hará después de que el pasado verano, el líder de los socialistas “levantase” el castigo a Atresmedia y se sentase junto a Carlos Alsina en Más de uno. ¿Será mantendrá el veto a ciertos medios mientras dure su mandato al frente del Gobierno?
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