Es bien sabido en la sociedad actual que los refrescos, algunas bebidas alcohólicas y las bebidas energéticas, entre otros, contienen grandes cantidades de azúcar en su composición. En muchas de las etiquetas de estos refrescos el azúcar como componente se camufla bajo nombres como sacarosa, glucosa, dextrosa, jarabe de maíz, maltosa y otros.
Nuestro organismo no necesita azúcar añadida en la alimentación, puesto que ya obtiene la cantidad necesaria a través del consumo de frutas, lácteos, leguminosas o granos secos, entre otros. Por ello, el consumo en exceso de bebidas azucaradas está estrechamente relacionado con algunas enfermedades. Vicente Javier Clemente Suárez, profesor de Nutrición y Entrenamiento en la Universidad Europea, explica que “el consumo regular de bebidas azucaradas puede llevar a problemas de salud como obesidad, diabetes tipo 2, caries dental y enfermedades cardiovasculares a medio y largo plazo”. Además, entre los riesgos del consumo de bebidas azucaradas, se encuentra la conducta adictiva que estas generan por el azúcar y que incita a un consumo sostenido.
Y es que los refrescos pueden contener “alrededor de 10-12 gramos de azúcar por cada 100 ml”, mientras que las bebidas energéticas pueden tener cantidades similares o incluso mayores, asegura el experto.
El azúcar en bebidas alcohólicas
Las bebidas alcohólicas pueden variar en su contenido de azúcar. “Los licores destilados por sí mismos generalmente contienen poco o ningún azúcar, mientras que bebidas como licores dulces, vinos dulces y algunas cervezas pueden tener cantidades significativas de azúcar”, señala Vicente Javier Clemente.
En cuanto a las bebidas alcohólicas “0 azúcar”, hacen referencia a aquellas que no contienen azúcares añadidos o residuales en su composición final. Según el profesor de Nutrición y Entrenamiento de la Universidad Europea, “esto es común en licores destilados puros, como el vodka, ,el ron, el tequila y el whisky. Durante el proceso de destilación, el alcohol se separa de otros componentes, incluyendo azúcares que estaban presentes en el material original (como granos, frutas o caña de azúcar). Por lo tanto, estos licores, cuando se consumen puros y sin mezclas adicionales, no aportan azúcares. Aún así, es importante tener en cuenta que el alcohol en sí tiene calorías”.
La OMS pide subir los impuestos al alcohol y las bebidas azucaradas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido esta semana aumentar los impuestos al alcohol y las bebidas azucaradas como medida para incentivar a un menor consumo de los mismos. Aunque 108 países aplican impuestos a las bebidas azucaradas y 148 lo hacen sobre el alcohol, la OMS asegura que se trata de medidas insuficientes para inducir a un comportamiento más saludable y recuerda que el consumo de alcohol causa 2,6 millones de muertes al año y las dietas poco saludables matan a 8 millones de personas anualmente.
Para el profesos de Nutrición y Entrenamiento de la Universidad Europea, “aumentar los impuestos en bebidas azucaradas, como sugiere la OMS, puede ser beneficioso para la salud pública al desincentivar su consumo. Sin embargo, el efecto puede variar entre diferentes poblaciones y depende del grado en que los consumidores estén dispuestos a cambiar sus hábitos de consumo frente a precios más altos”. En esta línea, si el comportamiento adictivo de los consumidores frente al alcohol y las bebidas azucaradas es muy alto, cabe la posibilidad de que paguen cantidades mayores para adquirir estos productos.
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