Mientras Javier Milei asumía este 10 de diciembre la presidencia de Argentina, el presidente de España, Pedro Sánchez, apoyaba públicamente al presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, “ante el intento del Ministerio Público de su país de revertir el resultado de las elecciones”. Lo hizo en su cuenta de X (antes Twitter), a través de un mensaje que -polémica servida- consiguió tantos apoyos como rechazos.
Y es que, el pasado viernes 8 de diciembre, se conoció la noticia de que Fiscales de Guatemala solicitaron la nulidad de las elecciones presidenciales celebradas el pasado agosto y el retiro de la inmunidad del presidente electo, Bernardo Arévalo. Alegan irregularidades en el procesamiento de los resultados electorales por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), así como actos ilegales en la conformación del partido Movimiento Semilla de Arévalo.
Pero Sánchez esperó dos días para brindarle su apoyo en redes sociales al progresista guatemalteco, precisamente cuando el ultraliberal argentino era investido presidente. Y así, el hecho de que no estuviera presente y ni tan siquiera saludara a su homólogo Javier Milei, mirando hacia Guatemala cuando el mundo miraba hacia Argentina, ha hecho saltar las alarmas y la inquietud sobre cómo será a partir de ahora la relación con este país latinoamericano, cuyos nacionales superan en España los 350.000, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
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