El año acaba para Mediaset con una cúpula revuelta tras la salida de Borja Prado. Los de Fuencarral quieren estrenar 2024 con propósito de enmienda en una nueva etapa en la que Alessandro Salem sea quien mueva los hilos en solitario. Un camino que le queda mucho más despejado tras la salida de Borja Prado y que les aleja de titulares de división en la línea de mando.
Dos semanas después de que a Prado no le quedara más alternativa que dejar la presidencia del grupo, se siguen desvelando todos y cada uno de los desencuentros que le han hecho perder el pulso frente a Salem. A la negativa de Prado al giro hacia la izquierda de los nuevos informativos de Telecinco con Francisco Moreno y Carlos Franganillo como principales actores, hay que sumar otro activo: Prisa.
La grave situación económica de Prisa que ha llevado a la compañía a reestructurar su deuda en varias ocasiones, estaba considerada por Borja Prado como una oportunidad de expansión clara para Mediaset. La intención del directivo siempre fue convertirse en uno de los actores que pasasen a formar parte de Prisa. Especial interés le suscitaba hacerse con las riendas de la Cadena SER, el principal activo de Prisa Media.
Negativa rotunda
Sin embargo, Alessandro Salem y su equipo de confianza nunca vieron claro esa inversión ni tuvieron intención alguna de acometerla. Así lo asegura el diario El Independiente, quien insiste en que el empeño de Prado por aumentar la visibilidad de Mediaset a través de la Cadena SER, fue la puntilla definitiva para su pérdida de apoyos.
Tras su salida, las novedades en sus informativos y el cerrojazo definitivo a Prisa, quedan muchos flecos por cerrar en Mediaset. Los primeros pasos que se den en el comienzo de este nuevo año serán determinantes a la hora de conocer cuál es el nuevo rol del grupo y los resultados que logran sus grandes apuestas.
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