¿Te ajustas bien la camisa?
Es que te queda colgandera.
No te preocupes Manolo que los que vienen no son de los nuestros. Hoy vienen a cenar los amigos de sus amigos, que como bien sabes son nuestros enemigos. Me iré a la Gran Mosquée, a ver si allí encuentro la esencia del aroma del moro que siempre te engaña.
Espera que me ponga el traje con el que no puedo respirar, pero se marcan los pelitos.
Así podremos seguir celebrando nuestras cenas de especuladores, que sólo buscan lo que nosotros ponernos hasta arriba, caiga quien caiga…