Muy mal debe andar Luisete, el del ‘petit point’, para haber tenido que acabar invocando el parentesco de su segunda en la institución de marras con el exjefe del CNI (y asesor externo de Iberdrola). A Luisete, según dicen, le saca de sus casillas que la oposición interna diga que el servicio de inteligencia ha tomado el ilustre casón de la calle del Prado. Ni tanto ni tan calvo. Pero es verdad que el ilustre ex de la Cuesta de las Perdices le ha cogido gusto a sus salas para releer al Padre Eximeno. La vida de jubilado (activo) es lo que tiene.