María González Pico ha cumplido este mes de diciembre su quinto aniversario en la consultora Tinkle, en la que ingresó en 2018 tras el desalojo del Gobierno de Mariano Rajoy. El desembarco de González Pico en la agencia de Javier Curtichs venía acompañado de todo el ruido generado por la caída del marianismo.
Desde entonces, González Pico (más conocida en la profesión como “María Pico” o “La Pico”, a secas) ha sabido mantener su posición en el seno de Tinkle haciendo gala de una evidente discreción. Lo que, sin embargo, no ha impedido que haya estado situada en el meollo de algunas operaciones de amplio calado político-mediático. De hecho, varias fuentes sitúan a la exjefe de gabinete de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en el epicentro de la operación de fusión de Mediaset y en el entorno más cercano a Borja Prado, presidente saliente, por la puerta de atrás, de la división española del emporio audiovisual de Berlusconi.
Precisamente, la salida de Borja Prado ha llevado a diversas elucubraciones. Y es que la obsesión del hijo del manco gestor de fortunas reales, por la adquisición de la Cadena SER –así como la no formación de Gobierno por parte del popular Alberto Núñez Feijóo, por el que apostó de forma decisiva- estarían en el meollo de su abandono de Mediaset, donde, literalmente, habría dejado de rascar bola.
Esa obsesión por hacerse con la Cadena SER es la que ha dado lugar a ciertas especulaciones. Porque, según parece, Prado había pensado en apoyarse en los accionistas franceses de Prisa, Vivendi, que, casualmente, son los propietarios de Havas, partícipes en el accionariado de la consultora Tinkle desde 2022.
Una carrera a la sombra del PP
Desde su incorporación a Tinkle, González Pico se ha movido en el terreno de la discreción, salvo en contadas ocasiones, en que su nombre ha aparecido en posibles cambalaches vinculados a los vaivenes de la cúpula del Partido Popular. En todas las ocasiones, y siempre citando “fuentes cercanas”, se ha negado la posibilidad de un retorno a Génova 13, mostrándose “feliz” por su trabajo desarrollado en Tinkle.
Las quinielas al respecto son, hasta cierto punto, lógicas, ya que González Pico desarrolló prácticamente toda su carrera en las filas populares. Natural de Aranda de Duero (Burgos) -aunque, según cuentan, con escasas vinculaciones ya- y tras su paso por la emisora local de Onda Cero, González Pico escaló profesionalmente gracias al apoyo del expresidente de la Junta de Castilla y León y del Senado, Juan José Lucas. Fue Lucas quien recurrió a la periodista cuando llegó a la Cámara Alta. A partir de ahí, realizó un ‘cursus honorum’ ligado al PP y a Gabriel Elorriaga, caído en desgracia por su deslealtad hacia Rajoy, así como a Juan Manuel Moreno Bonilla, al que llevó la comunicación como presidente nacional de Nuevas Generaciones.
Sin embargo, su momento decisivo fue aquél en que entró en contacto con una nueva estrella ascendente, Soraya Sáenz de Santamaría. A partir de ahí, nació una pareja que algunos, jocosamente, apodaron como “Thelma y Louise”. La escalada de poder de González Pico fue paralela a la de Sáenz de Santamaría, convirtiéndose en las dos personas más poderosas del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Control de contertulios
Al respecto, uno de los aspectos más controvertidos de su gestión, según señalan diversas fuentes, fue el del control de contertulios en los principales medios públicos: TVE y RNE. Todavía se recuerda aquella columna del fallecido David Gistau en la que describía cómo la jefa de gabinete de la vicepresidenta había lanzado un mensaje digno de ‘El Padrino’, a un joven periodista ‘colocado’ en una tertulia pública: “Recuerda quién te ha puesto ahí”. Bromas, las justas.
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