El nuevo año llega cargado de retos para algunas de las principales empresas del sector, que se la juegan después de haber cerrado un 2023, cuanto menos, convulso. Es el caso de algunas como Mediaset, que, tras empezar prácticamente de cero en 2022, busca encontrar el sitio que ha perdido también en 2023.
Tras la era Vasile y la corta estancia de Borja Prado, Alessandro Salem se queda al frente de los mandos de la compañía de Fuencarral en solitario. Lo hará con buena parte de la parrilla de Telecinco apoyada en Unicorn Content y con una gran apuesta: su revolución en Informativos.
Tras el aterrizaje de Francisco Moreno, la marcha de Pedro Piqueras y el fichaje estrella de Carlos Franganillo, los aires de renovación en los informativos de Telecinco se han convertido en la gran esperanza del grupo. Además, también han dado un golpe en la mesa con su apuesta por el entretenimiento y la compra del programa que Dani Martínez ha presentado en Movistar Plus+ para Cuatro.
RTVE también tiene importantes cuentas pendientes para el año nuevo. Además, de solventar el proceso judicial que ha provocado su proceso de oposiciones, tiene pendiente esclarecer cuál será el futuro de su presidenta interina, Elena Sánchez. ¿Habrá acuerdo entre PP y PSOE para estrenar nueva era en la Corporación?
Otro de los grandes frentes abiertos dentro del grupo es acabar con la crisis que asola RNE. La radio pública sigue teniendo un importante descenso de oyentes y han sido muchas las voces internas que han pedido a sus responsables un cambio sustancial en la toma de decisiones que se traduzca en un cambio de rumbo.
EFE y la prensa
También será clave el año 2024 en EFE. La polémica llegada de Miguel Ángel Oliver a su presidencia ha sembrado la sombra de la duda y la falta de transparencia en la agencia de noticias pública. El que fuera secretario de Estado de Comunicación tendrá que demostrar -entre otros a los propios trabajadores de EFE que han puesto en cuarentena su nombramiento- que su declaración de intenciones al defender su nombramiento, era cierta.
En el sector de la prensa, son Prisa, Vocento y Unidad Editorial, cuentan cada uno con su propia estación de penitencia. En el caso de Prisa y su presidente Oughourlian tiene como principal reto para 2024 seguir la hoja de ruta que reduzca la importante deuda que arrastra la compañía. Unos números rojos, que en la pasada primavera superaban los 900 millones de euros.
En Vocento no alcanzan esos niveles de deuda. Sin embargo, la situación económica que atraviesan es el principal escollo para que la compañía sea incapaz de alcanzar un acuerdo para la mejora salarial de la plantilla de ABC. Tras seis meses de conversaciones, las dos partes no han logrado alcanzar un acuerdo que contente a todos.
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