El Ministerio de Sanidad ha impuesto esta semana el uso obligatorio de mascarillas en hospitales y centros de salud, una medida que llega tarde y mal ante el creciente aumento de contagios de gripe y covid durante toda la Navidad.
En cuanto a la obligatoriedad de las mascarillas en todo el territorio española, Mónica García ha reculado y decide flexibilizar esta medida pudiendo pasar de ser una obligación a una recomendación cuando se doblegue el pico y descienda durante dos semanas la incidencia.
Si bien es cierto, antes de que llegara la Navidad ya se observaba una fuerte presencia de infecciones respiratorias que cada vez llegaba a más población. El resultado: una gran parte del país con gripe, covid y otras enfermedades respiratorias que tienen, además, un alto índice de contagio. Sin contar que estas infecciones respiratorias se han dado y se dan, incluso, al mismo tiempo y que afectan a personas que sufren otras enfermedades, lo que las agrava.
En este sentido, Mónica García y su Ministerio de Sanidad saben que las medidas impuestas ya terminada la Navidad, llegan tarde. Por eso, el ministerio se ha puesto las pilas y ha comenzado a tirar de agenda para limpiar su imagen. Han recurrido, por ejemplo, a una entrevista para “ablandar la situación” en elDiario.es, donde Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, ha dicho que “es necesario que salga un mensaje hacia la población que transmita que no hay descoordinación y que hay alguien liderando esa coordinación”.
En esa misma entrevista, el secretario de Estado de Sanidad recuerda que es médico de familia e intenta acercarse a la población combinando su experiencia profesional como médico, la situación que estamos viviendo frente a los contagios de gripe y covid y las medidas tomadas por el ministerio.
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