En una de sus entregas de ‘Estamos Conectados’, Cofares da visibilidad al trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que afecta a cerca del 10% de la población infantil, llegando incluso en la edad adulta al 60% de los casos.
En este capítulo, ‘El trastorno invisible‘, Carlos Sánchez Menéndez, neuropsiquiatra infantojuvenil especialista en adicciones, habla de los signos de alerta y de cómo es la vida de los pacientes con TDAH.
Como explica especialista, el “El TDAH no es un invento, no es un capricho, no son niños o adultos vagos o que no tengan ganas de hacer las cosas, malcriados o que hayan tenido una mala educación”, sino que se trata de un trastorno del neurodesarrollo y que genera una “disfuncionalidad muy importante”. El TDAH se conoce por características como el déficit de atención, la tendencia a la hiperactividad (que puede estar no presente), impulsividad, dificultad de concentración y disminución del rendimiento ya sea en el ámbito académico o laboral. Sin embargo, Carlos Sánchez señala que el TDHA es mucho más que eso, “es una alteración que está generando que uno funcione o viva por debajo de sus capacidades reales”.
En palabras del profesional, los niños con TDAH suelen mostrar dificultades en la autogestión de sus emociones y habitualmente se frustran al ver que no alcanzan sus propias expectativas. En general, cerca del 70% de los pacientes diagnosticados con TDAH tienen graves repercusiones en su vida, dificultades cognitivas, académicas, conductales, emocionales, familiares y sociales. Por ejemplo, el 38% de los adolescentes con TDAH abandona los estudios secundarios, mientras que el porcentaje de abandono en esta etapa en jóvenes sin TDAH es del 5%.
Todos estos factores pueden afectar seriamente en la salud mental de los pacientes con TDAH y, en la mayoría de los casos, no solo afecta en la niñez, sino que continúa en la edad adulta. “Sin embargo, al desarrollar sus fortalezas, estructurar sus entornos y utilizar medicamentos cuanto es necesario, los adultos con TDAH pueden tener vidas muy productivas”, afirma el especialista.
A lo largo del capítulo, el neuropsiquiatra expone, además, adicciones que se presentan con un gran porcentaje en los adultos con TDAH, como el consumo de alcohol (32% – 35% de los adultos con TDAH) y el consumo de drogas (8% – 32% de los adultos con TDAH).
¿El TDAH es hereditario?
Muchas personas se preguntan si el déficit de atención e hiperactividad es más probable en niños cuyos padres tienen TDAH. Según explica el neuropsiquiatra, “cuando en una familia hay un padre o una madre con TDAH, la probabilidad de que alguno de los hijos sufra este trastorno ronda el 75%”.
Además, el especialista señala que, estadísticamente, los matrimonios con hijos con TDAH corren un riesgo dos veces mayor de divorciarse alrededor de la edad de ocho años del hijo, que los matrimonios con hijos no hiperactivos.
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