Grfiols, compañía global del sector de la salud, sigue enfrentándose a diversos problemas que pueden llevarla a una crisis mayor de la que ya atraviesa. Tras ser acusada la semana pasada, por parte de Ghotam Cuty Research, de mantener una deuda mucho mayor de la que había presentado y provocar así, una caída histórica de la compañía en bolsa, ahora su cúpula podría ver las consecuencias más cercanas.
En concreto, una docena de bufetes, tanto en Estados Unidos, como en España, donde residen sus accionistas, buscan seguir en contra de la compañía demandándola por trasladar “información falsa” al mercado. De esta forma, los accionistas afectados por la caída de su cotización hace una semana, podrían reclamar los daños y las pérdidas sufridas. Y es que, si las acusaciones Gotham se demostrasen, la ley federal sobre el mercado de valores podría amparar a los inversores minoristas y podrían reclamar indemnizaciones.
Ahora bien, para iniciar el proceso de demandas y mientras se confirma lo sucedido, estos despachos han puesto formularios a disposición de los inversores que quieran emprender acciones legales contra la farmacéutica. Además, también piden colaboración para recopilar la información que pueda ayudar a demostrar que se han infringido las leyes del mercado estadounidense de valores. En el caso de España, han sido los despachos Zunzunegui y Cremades & Calvo Sotelo los que van a actuar en representación de los inversores minoritarios y en representación de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios (Aemec).
Grifols estudia avanzar los resultados de 2023 para combatir la presión
Ante esta situación, varios medios han confirmado que Grifols está estudiando avanzar los resultados del año 2023. Fuentes de la compañía aseguran que la cuentas de cierre del ejercicio son excepcionalmente buenas y que adelantarlas podría servir para ganar la mano de inversores y usuarios.
La presentación de resultados estaba prevista para el próximo 29 de febrero, pero la dirección de Grifols y en especial los consejeros independientes han apuntado en los debates internos que hay el riesgo de que la situación sea insostenible para esas fechas si la tensión sigue como hasta ahora. Sin embargo, portavoces de Grifols siguen declinado hacer declaraciones al respecto.
Eso sí, la farmacéutica debe esperar a que la CNMV acepte esas explicaciones, y si es así, Grifols podría presentar resultados a partir de mediados de la semana que viene, para buscar atajar la sangría en bolsa y en el mercado de deuda corporativa. En este sentido, cabe mencionar que, aunque la compañía consiga salir de esta gran crisis mundial, la reputación llevará mucho tiempo recuperarla y es que, el futuro de Grifols pinta muy incierto después del ataque de Gotham y del batacazo sufrido en Bolsa.
En definitiva, mientras el caso avanza, lo que si que queda claro es como Grifols ha experimentado en los últimos años importantes incrementos de su endeudamiento que han llevado a que varios analistas la consideren sobreendeudada. Esto último podría haber sido un incentivo para que Grifols haya empleado estructuras más opacas con el objetivo de distorsionar la percepción sobre su salud financiera, aumentando las asimetrías informativas que le han llevado, en parte, a esta gran crisis.
Por tanto, si bien es posible que se descubra que no estamos ante un fraude, este caso parece haber puesto de relieve algunos aspectos que, aunque conocidos, incrementan la falta de confianza entre empresa e inversores, lo cual puede haber desencadenado en la venta, por parte de algunos accionistas, de sus títulos hasta que dicha compañía vuelva a transmitir una imagen de transparencia.
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