La deuda de Prisa se ha convertido en el gran coco de la compañía. Hace menos de un año, la dueña de El País y la Cadena Ser recurría a la emisión de bonos convertibles –un total de 130 millones– para sortear la crisis económica que padece y ahora vuelve a recurrir a este método.
En esta ocasión la empresa que preside Joseph Oughourlian ha dado luz verde a la emisión de bonos convertibles por valor de 100 millones de euros. El objetivo no es otro que seguir reduciendo su deuda y así lo ha explicado la compañía a la CNMV. “La finalidad de la Oferta será obtener fondos para, principalmente, de un lado, cancelar de forma anticipada el tramo junior de la deuda financiera sindicada del Grupo PRISA que se encuentra referenciado a Euribor+8% y, de otro lado, impulsar oportunidades de crecimiento de las unidades de negocio del Grupo PRISA”.
Será una emisión de bonos que contará con una prima por encima de la cotización actual con la intención de atraer inversores. Además, los bonos serán convertibles obligatoriamente en acciones en un plazo de cinco años como máximo y con un tipo de interés fijo, previsiblemente, del 1%.
Las cuentas no salen
Los números de Prisa no salen y el valor de sus acciones incrementan la crisis financiera que sufre la compañía. Desde el verano, las acciones de la compañía se han desplomado cerca de un 25%. A esto hay que sumarle una deuda bancaria de 931 millones de euros.
No obstante, a falta de conocer los resultados económicos totales de Prisa a cierre de 2023, que se desvelarán en las próximas semanas, el último balance de la compañía reflejaba un EBITDA de 121,2 millones de euros, un crecimiento de los gastos financieros que rozaban los 94 millones de euros y unas pérdidas generales de casi 37 millones de euros.
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