La última reunión del Consejo de Prisa tenía una importante lista de deberes encima de la mesa. Una cita en la que la figura de Miguel Barroso era uno de los puntos a tratar, fundamentalmente para encontrar el nombre del que será el sustituto del directivo recientemente fallecido. Una decisión que no será fácil y para la que han saltado a la palestra varios candidatos.
Tal y como ha informado PRNoticias, son varios los nombres que están encima de la mesa. José Miguel Contreras -LaCoproductora- o Luis Arroyo, presidente del Ateneo, siguen estando en los primeros puestos de las quinielas, aunque, la última palabra la tiene el presidente de la compañía, Joseph Oughourlian, quien no sólo busca un hombre de su máxima confianza, también tiene que saber mantener abiertas las líneas con Moncloa, labor que Miguel Barroso desempeñaba con éxito.
No será fácil encontrar a una persona que ocupe su lugar y sea capaz de mediar en los diferentes roles que ostentaba Barroso dentro de la compañía. Por una parte, ser la mano derecha de Oughourlian y mediar por los intereses de la compañía con más acciones en todo Prisa, Amber Capital.
Además, tendrá que ejercer un rol básico, que es convertirse en el intermediario entre Prisa, fiel aliado del Gobierno y Moncloa. Hasta ahora, era un papel que Barroso ejercía sin ninguna complicación. Su buena sintonía con Pedro Sánchez y su equipo de Gobierno fue algo que quedó patente en la capilla ardiente del directivo por la que pasaron, tanto el presidente del Gobierno, como muchos de los miembros más destacados de su gabinete.
Situación financiera
Sin embargo, los problemas económicos de la compañía han saltado al primer punto del orden del día dejando al sustituto de Barroso en un segundo plano. Prisa ha emitido 100 millones de euros en bonos convertibles para poder ejecutar proyectos a corto plazo y financiar la deuda que la compañía tiene pendiente.
Esta ha sido la premisa que ha ocupado prácticamente la totalidad de la última reunión que ha celebrado el consejo de administración. Tal y como se ha informado, será una emisión de bonos que contará con una prima por encima de la cotización actual con la intención de atraer inversores. Además, los bonos serán convertibles obligatoriamente en acciones en un plazo de cinco años como máximo y con un tipo de interés fijo, previsiblemente, del 1%.
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