Ante las protestas de agricultores y ganaderos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von del Leyen, ha anunciado en el Parlamento Europeo que se retirará el proyecto de ley destinado a reducir en un 50% el uso de pesticidas en agricultura.
La propuesta de reglamento para el uso sostenible de productos fitosanitarios (SUR), que pretendía reducir a la mita el uso de pesticidas de cara a 2030, miraba por la sostenibilidad del planeta y la salud de la población. Pero, ¿por qué da marcha atrás Bruselas en esta decisión?
El problema radica en que, aunque los agricultores europeos no utilicen pesticidas para sacar adelante sus cosechas, la población europea seguirá consumiendo alimentos producidos con el uso de los mismos. Los tomates de Marruecos, la patata de Sudáfrica o las naranjas de Turquía son algunos de los productos más importados.
En este sentido, la prohibición del uso de pesticidas en agricultura llevaría, como es evidente, a una subida del precio de estos alimentos de origen europeo. De esta forma, la diferencia con el precio de los mismos productos, pero importados, sería muy amplia, siendo estos últimos mucho más baratos.
Todo esto sin tener en cuenta los bajos precios que se pagan a los agricultores por sus productos y la subida exponencial de precio que experimentan al ponerlos en el mercado.
Con esta decisión, Von der Leyen aprovecha la falta de consenso entre el Parlamento Europeo y la Comisión Europea para paralizar las manifestaciones de los agricultores. “Para avanzar, se necesita más diálogo y un enfoque diferente”, ha señalado la presidenta de la Comisión y añade que “los agricultores necesitan un argumento comercial que merezca la pena para adoptar medidas de protección de la naturaleza… Hace falta un incentivo real que vaya más allá de la mera pérdida de rendimiento. Las subvenciones públicas pueden proporcionar esos incentivos”.
Las respuestas ante la noticia, como se esperaba, no son buenas. Los ecologistas denuncian que se trata de una “manipulación”, puesto que el reglamento “estaba muerto” desde el momento en el que el parlamento Europeo rechazó la propuesta.
Un problema que paga nuestra salud
El portavoz de Los Verdes-Equo, Florent Marcellesi, afirma que este es “un grave error que pagarán los agricultores y nuestra salud”, atendiendo a los efectos nocivos que tienen los pesticidas sobre la tierra y el bienestar de la población.
España es el país que más pesticidas utiliza de la Unión Europea, lo que conlleva un mayor riesgo para la salud. En total, entre los 27 socios de la UE se compran al año más de 350.000 toneladas, de las que España acapara el 20%. En este sentido, España se posiciona por delante, incluso, de Francia, con más superficie de cultivo.
Seguiremos informando…