El 96,6% de la población española asocia la salud con una adecuada alimentación. En este sentido, siete de cada diez españoles no ven necesario modificar su dieta y, entre los que sí creen que deberían hacer un cambio, las frutas y verduras son la asignatura pendiente con el fin de mejorar la salud y el estado físico. Así lo muestran los resultados de la última pregunta IMOP-BERBĒS, que profundiza en los propósitos y deseos de mejorar nuestros hábitos alimenticios.
Volviendo a la afirmación inicial, tan solo el 1,5% de los encuestados niega que haya una relación entre salud y alimentación. Del resto, el 29,6% dice haberse propuesto realizar cambios en su dieta. Entre los cambios más repetidos a realizar, el 10,8% desearía comer más verduras, el 3,1% consumir más carne, y el 2,5% cree que debería comer más legumbres. Por otro lado, en cuanto a un menor consumo, el 1,8% de los encuestados que creen que deberían cambiar su alimentación busca reducir el consumo de procesados y comida basura. Además, el 3,1% cree que debería ingerir menos dulces y también menos alimentos grasos y fritos (1,4%).
Motivación al cambio en la alimentación
En cuanto a los motivos que hay detrás de un cambio en los hábitos de alimentación, la mitad de los encuestados aseguran que lo hacen por mejorar su estado físico, mientras que el 24,3% asegura que lo hacen por adelgazar. Esta última motivación es ligeramente superior en hombres (29,3%) en comparación con las mujeres (20,8%). Entre los motivos para cambiar su dieta, el 22,9% dice hacerlo por mejorar su salud y tan solo el 2,3% considera relevante la motivación económica.
Llama la atención como los españoles valoran como última motivación la mejora de su salud, entre los tres primeros motivos para cambiar su alimentación.
Cambios en la cesta de la compra por la inflación
En cuanto al tema económico, tres de cada diez encuestados reconoce haber realizado cambios en su cesta de la compra como consecuencia de la inflación. La mayoría afirma haber eliminado o limitado el consumo de pescados y carnes (17,4%), especialmente la población de entre 25 y 34 años. El aceite es otro de los productos que han comprado menos (11%), junto a las frutas y verduras (5,3%).
Por comunidades autónomas, Galicia sería la que más se ha visto obligada a reducir el consumo de frutas y verduras (17,9%), mientras que Madrid es la que más habría prescindido de carnes y pescados (20,2%).
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