Qué conocido y teñido extorsionador del mundo de la salud pública y privada y asesor de ministros, ministrables y consejeros y, lo que es peor, conejeros y comprador de chicas para mostrar en públicas y en privadas. Amigo de sus amigos, que los tiene octogenarios, como el celebrado Luis María Ansón, presidente de los premios Galiacho a los 5.000 más IVA, de campaña de comunicación… Bueno, pues ese, al parecer quiere decir adiós porque ya no le cabe más, dijo en broma a dos tertulianas: ¡Estoy lleno! La putada es si en algún momento, alguno de los cientos de tapaderas se levanta y empiezan a salir muslos, pibones, fotos, fotones, exclusivas de conejeros y conejeras… Algún día, en otra vida, se podrán abrir los arcones frigoríficos que guardan tanto secreto, algunos de los que se han podido asomar, dicen que la historia viene desde los tiempos de la fundación del estado de la cuestión. Padecimientos de otra época. ¡¿Por qué no se jubilan?!