El Ministerio de Sanidad avanza en el camino de la regulación del cannabis medicinal en España y abre un periodo de consulta pública sobre el real decreto que ampliará su uso farmacológico.
Aunque aún no se han dado detalles acerca de los aspectos de la regulación, se espera que se aprueben cinco usos concretos para los que exista una base científica sólida como el aumento del apetito, la inhibición de náuseas y vómitos en pacientes con cáncer, la atenuación del dolor crónico y la inhibición del convulsiones en epilepsias refractarias, entre otros.
La aprobación de esta medida viene arrastrándose desde que, en junio de 2022, con Carolina Darias como ministra de Sanidad, se celebró en el Congreso de los Diputados una subcomisión para estudiar la regulación del cannabis con fines terapéuticos. Se concluyó que la AEMPS elaboraría un informe en los seis meses siguientes, plazo que no se ha cumplido. Este tema se retoma ahora, en febrero de 2024, un año y medio después.
Sanidad ha informado de que esta norma ya se encuentra en “fase de diálogo y discusión” y han abierto un correo en la web del propio ministerio para que la población haga aportaciones para la “elaboración de la norma”, que posteriormente serán estudiadas por los expertos de la administración.
¿Qué conlleva la regulación del cannabis medicinal en España?
Actualmente, en España, hay una situación de “limbo legal” donde existen autorizaciones para cultivar, fabricar y distribuir cannabis, pero no hay una regulación que permita acceder a este producto para su uso medicinal.
Atendiendo al proyecto de Real Decreto y al informe de la subcomisión del Congreso, solo se habla de elaborados de cannabis de uso medicinal con preparaciones estandarizadas en concentración y composición.
Tal y como ha manifestado Sanidad, aún se tienen que fijar las indicaciones de beneficio/riesgo del uso del cannabis medicinal. En este caso, las indicaciones demostradas con beneficio/riesgo adecuado son las que, a día de hoy, están disponibles industrialmente.
Además, la regulación del cannabis medicinal en España no afectará en ningún caso al uso recreativo y al autocultivo. En este contexto, el uso recreativo que alimenta el problema del narcotráfico no cambiará con esta regulación.
Por otro lado, al tratarse de una regulación del uso de cannabis medicinal, como su propio nombre indica, si es “medicinal” tiene que contar con una demostración de su eficacia y seguridad, algo que, tanto CBD, THC y sus combinaciones, están muy lejos en la mayoría de las supuestas indicaciones.
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