Nueva York inicia una batalla legal contra cinco de las grandes redes sociales: TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y Youtube. El ayuntamiento de la ciudad ha presentado una denuncia formal contra estas grandes redes sociales por “animar una crisis mental entre los menores en toda la nación”.
Ya el 24 de enero, la ciudad de Nueva York manifestó que las redes sociales suponen una amenaza para la salud mental, comparando su peligrosidad y riesgos con las drogas y las armas.
Ahora, la denuncia llega hasta el Tribunal Supremo de California (estado donde tienen sede la mayoría de empresas tecnológicas) de la mano del propio alcalde de Nueva York, Eric Adams, y ha sido planteada conjuntamente por la Alcaldía, el Departamento de Educación y el Departamento de Salud.
El alcalde hace hincapié en que la misma ciudad “se construyó sobre la innovación y la tecnología”, pero que estas redes sociales suponen un peligro para la salud mental de los niños y jóvenes, “promoviendo adicciones y comportamientos insanos”. En este sentido, Eric Adams ha recordado que Nueva York gasta 100 millones de dólares al ao en programas para cuidar la salud mental de los jóvenes.
Cómo las redes sociales afectan a la salud mental
La denuncia planteada por la ciudad de Nueva York describe algunas de las tácticas que emplean las redes sociales para crear “adicción” en los usuarios. Entre ellas, se destaca “el uso de algoritmos para mantener a los usuarios conectados y animar a una utilización compulsiva y el abuso de “reciprocidad” que hace sentir al usuario la necesidad de interactuar con las aplicaciones.
Muchos son los que relacionan los problemas de salud mental con un mayor uso de las redes sociales por parte de los jóvenes. Entre las evidencias, por ejemplo, encontramos los documentos que filtró Frances Haugen (ingeniera informática, exempleada de Facebook) y que The Wall Street Journal usó en una serie de informes que revelaron que Instagram empeora los problemas de imagen corporal de una de cada tres adolescentes.
Por otro lado, un estudio publicado en marzo por Nature, sacó a la luz que la relación entre el uso de las redes sociales y la salud mental varia dependiendo de la edad, y ponía el foco en dos ventanas en las que es más probable que el uso de estas plataformas suponga un efecto negativo en el bienestar de los usuarios: el comiento de la pubertad y alrededor de los 19 años. Una situación que experimento de primera mano Emma Lembke, estudiante de la Universidad de Washington en San Luis, que puso en marcha el movimiento Log Off para estimular el diálogo entre los jóvenes que sienten los efectos adversos de las redes sociales y quieren modificar su relación con ellas. “Pasaba más de seis horas al día en redes sociales, desplazando la pantalla y absorbiendo todos esos estándares corporales tan poco realistas. A la larga, todo eso se convirtió en un trastorno alimenticio”, declaraba Emma Lembke en una entrevista.
¿Primera denuncia contra las grandes redes sociales?
Aunque la ciudad de Nueva York ha sido la primera en plantear una denuncia contra cinco de las grandes tecnológicas, el pasado mes de octubre 41 estados ya denunciaron a Meta (actual propietaria de Instagram y Facebook), alegando las mismas razones que expone, en este caso, Nueva York.
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