La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes del Gobierno de España, Pilar Alegría, anunció recientemente conversaciones con las comunidades autónomas para regular el uso de los teléfonos móviles en los centros educativos. Su propuesta establece un uso “cero” del móvil en Primaria, y un uso bajo supervisión y demanda del docente en Secundaria.
Esta es una de las respuestas a la demanda de la sociedad, representada en este caso en seis entidades que unieron fuerzas, el pasado 9 de junio en Madrid, para consensuar una propuesta de Pacto de Estado para proteger a la infancia y la adolescencia en el entorno digital, un punto de partida para trabajar conjuntamente por encima de las diferencias entre distintos colectivos y grupos de interés. Se trata de la Asociación Europea para la Transición Digital (AETD), Save The Children, Fundación ANAR, iCMedia, Dale Una Vuelta y Unicef.
Estas organizaciones cuentan, además, con el apoyo institucional de otras, como la Agencia Española de Protección de Datos (AETD), que promueve su propia campaña: ‘A un click de ayudarles’, surgida de la preocupación de los riesgos que afrontan niños y adolescentes en internet y las redes al utilizar servicios diseñados para adultos.
Pero el uso excesivo de teléfonos móviles y otros dispositivos conectados por parte de niños y adolescentes no es sólo un problema global, también es multifactorial. Ante esta realidad, desde PRNoticias nos preguntamos: ¿Hasta qué punto sólo la legislación es capaz de regular este uso? ¿Qué papel juega la familia y la sociedad en este sentido? Para dar respuesta a estas interrogantes, hemos conversado con Carolina Ulloa, experta en comunicación y marketing, profesora de la UTH Florida University.
¿Cómo percibe la evolución del consumo de contenido digital en los adolescentes antes y después de la pandemia?
El consumo digital en adolescentes ha venido creciendo. Si antes de la pandemia era alto, hoy en día el consumo es mucho mayor. Para hacernos una idea, según un estudio de Data Report para el 2023 existían 4.760 millones de usuarios de redes sociales, un incremento del 3 % desde 2022. Cada vez habrá más jóvenes conectados y, sobre todo, esto responde a nuestros hábitos y comportamientos como sociedad. Hace unos años tener un Ipad era un lujo que pocos tenían, hoy es una necesidad para estudiar desde la escuela. El uso de tecnología ha propiciado que desde muy corta edad consumamos contenido digital, para aprender, para estudiar, para entretenernos, entre otras cosas.
¿Cómo cree que será este 2024?
Cada vez será mayor, si bien es cierto existen conflictos sobre las complicaciones, sobre todo en temas de salud mental, que las redes sociales están generando en la población joven, es una bola de nieve que se hace más grande.
¿Qué tipo de contenido es el que más consumen?
Contenido audiovisual, principalmente videos cortos. La capacidad de concentración del ser humano ha bajado considerablemente. Antes se hablaba de que una persona captaba su atención en promedio 12 segundos, según estudios recientes esa capacidad ha bajado a 8,2 segundos.
¿En qué dispositivos lo consumen más y a través de qué plataformas?
A través de los teléfonos móviles, y las redes sociales: TikTok, YouTube, Instagram, Snapchat…
¿Qué indicadores se deben tomar en cuenta a la hora de reconocer que el consumo de contenido digital está siendo excesivo?
En jóvenes, el alto uso de tecnología puede afectar el sueño, las relaciones interpersonales, el humor y la salud mental. Si alguna de estas está siendo afectada, debe consultarse con un especialista.
El consumo excesivo de contenido digital, ¿en qué medida afecta la vida de un adolescente?
Afecta muchísimo, existe una codependencia a estar conectados. Estar pensando constantemente en qué está pasando en el mundo virtual me aleja de la realidad. Los jóvenes hoy en día no están acostumbrados a socializar de manera presencial, les cuesta crear vínculos, etc. Además de que el alto consumo de tecnología y contenido no regulado afecta sí o sí la salud mental de los jóvenes, puede generar depresión, ansiedad y otras patologías asociadas.
¿Considera que la autorregulación desde casa es importante?
Desde mi punto de vista, los valores y los hábitos se generan en casa. La guía y cómo mis padres me permitan interactuar con la tecnología será crucial. Creo que ahora hay un uso descontrolado de la tecnología, sobre todo a la hora de educarnos, desde muy pequeños ya los niños están con el Ipad, en YouTube, inmersos en este mundo adictivo. Si desde pequeños propiciamos estos espacios, entonces debe regularse mejor su uso en las instituciones educativas.
¿Qué papel juega el legislador en la consecución del objetivo?
No se puede controlar que un niño mire YouTube, o redes sociales, sólo a través de una ley. La educación en casa es vital y va a jugar un papel crucial en cómo se desenvuelvan nuestros hijos. Recordemos que los niños son como esponjas y aprenden muy rápido. Los adolescentes igual. Si como adulto tienes un consumo desmedido de contenido digital, no puedes pretender exigirle a tus hijos que no lo hagan. Acá es mucho predicar con el ejemplo y definir en casa cómo queremos relacionarnos con estos temas.
¿Qué le recomienda a los padres para evitar que los adolescentes consuman contenido digital en exceso?
Tratar de introducir la tecnología lo más tarde que se pueda, no desde bebés. No es secreto que los hijos de empresarios de Facebook o Apple no tienen acceso a la tecnología a tempranas edades. Uno se pregunta… ¿Por qué si ellos lo crearon, no se lo permiten a sus hijos? Todo en exceso es nocivo. Establecer horarios y controlar el contenido es crucial en edades tempranas. En adolescentes lo ideal es comunicarse, y establecer buenas bases para que comprendan cómo un uso desmedido puede afectarlos a mediano y largo plazo.
¿Y qué le recomienda a los propios adolescentes?
Hay un mundo afuera increíble mucho más increíble del que ves en esa pantalla, tienen que salir más, realizar actividades al aire libre. Propiciar tener conversaciones y encuentros presenciales. Volver a desarrollar habilidades blandas que se perdieron…. Ahora los chicos quieren jugar con su consola, chatear con sus amigos y todo desde la virtualidad. Eso no está bien, debemos tener un balance. Usar la tecnología con responsabilidad.
Seguiremos Informando…
