La tormenta perfecta que se abate sobre el PSOE y el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha hecho más evidente que el ‘superasesor’ ya no está. En los sectores más cercanos a Moncloa y a Ferraz se da por hecho que no hay altura para definir una estrategia como habría hecho Barroso.
La crisis generada por el ‘Caso Koldo’ y José Luis Ábalos ha hecho notar la ausencia clara de Miguel Barroso. La desaparición del especialista en estrategias de comunicación, imagen y política mediática se ha hecho evidente a la hora de ver cómo PSOE y Gobierno andan como pollo sin cabeza. “Se echa en falta el cerebro de Miguel maquinando, montando cortafuegos y trazando vías de ataque y fuga”, reconocen fuentes socialistas.
En el mismo sector apuntan a que ni en Moncloa ni en Ferraz hay material humano capaz de construir un relato que evite el incendio. Ni Félix Bolaños ni Francesc Vallés tienen altura suficiente como para montar una estrategia de ese calibre. Tampoco en Ferraz, donde su ‘dircom’, Ion Antolín, no destaca precisamente por su capacidad de planificación.
“No tenemos un ‘cerebro’ capaz de capear esta situación”, apuntan los más pesimistas. Los referentes en materia de comunicación de crisis y estratégica “de verdad” -y no los que se autoetiquetan como expertos- son escasos, y mucho más en un área política como la socialista, donde Barroso reinaba de forma indiscutible hasta su repentino fallecimiento.
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