Tal como ya se había anticipado, 2024 no sería el mejor año para el sector de los videojuegos y es que, las malas decisiones siempre tienen consecuencias. En esta ocasión y a tan solo dos meses de comenzar el nuevo año, Sony Interactive Entertainment, la división de la compañía japonesa que se centra en los productos y servicios de PlayStation, se ha unido a la oleada de despidos del sector de los videojuegos, anunciando el despido de hasta 900 trabajadores, lo que implicará una reducción de plantilla del 8%.
Una noticia que, una vez más, decepciona a trabajadores, jugadores y todos aquellos relacionados con la industria que no tienen nada que ver con decisiones corporativas y de negocios. Sin embargo, en un comunicado firmado por Jym Ryan, el todavía presidente de Sony Interactive Entertainment, la compañía explica que la decisión de reducir su plantilla ha sido “una difícil decisión” tomada para reducir gastos superfluos y maximizar el rendimiento económico de la compañía en un nuevo enfoque. Eufemismos que buscan maquillar un nuevo golpe a la industria del videojuego.
Y es que, hay que recordar como PlayStation comenzó a cambiar el rumbo de la compañía tras la entrada de Jim Ryan a la dirección con un nuevo enfoque que no ha terminado en ningún momento de convencer ni a inversores ni a la comunidad. Pero, al parecer, Ryan ha sido finalmente consciente de sus malas decisiones y se ha hecho a un lado anunciando que se marcharía tras finalizar el año fiscal el próximo 31 de marzo. Así, tras más de 30 años en la compañía, el actual mandamás de la divisiónse retirará para mejorar la imagen de marca y salvarla de una quiebra ya anunciada.
Ahora bien, respecto a los despidos anunciados, PlayStation Studios, también ha detallado qué segmentos se verán afectados. Hermen Hulst, líder de PlayStation Studios, menciona que dichos recortes afectarán a Insomniac Games, Naughty Dog, Guerrilla, Firesprite, se reducirán también los empleados de Tecnología, Creativo y Soporte, y se cerrará por completo Studio London, que dejará de funcionar en su totalidad.
La apuesta de los videojuegos como servicio hunde la etrategia de PlayStation
En el marco de este terrible anuncio, comienzan los cuestionamientos sobre las decisiones que tomó Sony a nivel directivo para su negocio de videojuegos y las miradas apuntan hacia ese cambio en la esencia de lo que fue la marca durante décadas. PlayStation triunfó gracias a su riqueza en contenido y a su oferta third-party diversa que tenían marcado su origen fuertemente. A lo largo de muchos años fue una marca lider por su diferenciación con el resto del sector de los videojuegos.
Sin embargo, la percepción rígida y cuadrada sobre el negocio que implantó Jim Ryan tras plocamarse como máximo líder de la compañía, no tardó en traer problemas de imagen. A partir de ese momento la estrategia estaría centralizada, no más América, Europa y Japón: PlayStation debía ser una sola marca global y potenciada por una visión occidental. Al mismo tiempo, su oferta first-party tenía que verse notablemente influida por lo logrado en franquicias como Uncharted, The Last of Us y God of War.
Pero, los resultados hablan por sí solos. Por más buenos que han sido los lanzamientos recientes de PlayStation Studios, salvo contadas excepciones, no suponen un paso enorme hacia adelante, como solía suceder. Y es que, esta decisión ahogó la diversidad creativa que alguna vez fue pilar de la marca,
En definitiva, PlayStation perdió el rumbo en esta generación y la mala noticia de hoy es una factura carísima que el grupo está teniendo que pagar por haber apostado por Jim Ryan, un líder que fue en contra de sus principios corporativos y que a día de hoy abandona la dirección alegando “motivos de salud” y sin asumir su mala gestión.
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