En la Tierra a lunes, 20 mayo, 2024

UN TALLER DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO GENERAL DE VILLALBA

Yoga: un aliado para las embarazadas en su cuidado personal

LA PRÁCTICA DE YOGA EN GESTANTES TIENE MÚLTIPLES BENEFICIOS EN EL EMBARAZO Y EL POSTPARTO

Esta actividad aumenta el tono muscular y fortalece las articulaciones para soportar el aumento de peso que se produce; aumenta el control del suelo pélvico para facilitar el parto y disminuir el riesgo de desgarros, incontinencia o prolapsos vaginales; y reduce el estrés y la ansiedad, entre otros

El Hospital Universitario General de Villalba ha organizado un taller de yoga dirigido a mujeres gestantes con el objetivo de concienciar sobre la importancia de mantenerse activas durante este período, en el que toman mayor relevancia los hábitos de vida saludables de la futura madre para su bienestar y el del bebé. En este contexto, además de la alimentación, la actividad física es fundamental para su cuidado.

Marta Vaquero, técnico de Enfermería en el centro villalbino y coordinadora de la actividad, señala que “durante los meses de gestación, el cuerpo experimenta continuos cambios físicos y psicológicos, y la práctica de yoga, de manera moderada y adaptada en cada caso, tiene grandes beneficios que ayudan a mitigar o mejorar las condiciones físicas y mentales de la embarazada”.

En relación con la frecuencia y duración con la que practicar esta actividad, ambos parámetros dependen de la condición física de la mujer, aunque por lo general se aconseja realizarla dos o tres veces por semana, añade la experta, quien advierte que “no se recomienda practicar antes de la semana 12 de gestación si no se ha realizado antes este tipo de ejercicio o no se ha practicado deporte de forma habitual antes del embarazo”.

Encontrar el equilibro entre cuerpo y mente

Con esta iniciativa “queremos ayudar a las mujeres embarazadas a que encuentren el equilibrio entre cuerpo y mente mediante la escucha de su cuerpo y la conexión con el bebé”, asegura Vaquero, “para que aprendan a fluir con sus movimientos de cara al parto, que compartan su momento vital con otras participantes y, sobre todo, que disfruten de esta experiencia y sean conscientes del momento presente”.

Durante las sesiones, la especialista enseña a las participantes a mejorar su respiración y proceso de relajación, así como las posturas más adecuadas, en su caso, con ciertas adaptaciones. Entre los numerosos beneficios de esta práctica, Marta Vaquero señala “la mejora de la postura corporal, la eliminación de tensiones y la prevención de dolores”.

“En general, la práctica de yoga aumenta el tono muscular y fortalece las articulaciones para soportar el aumento de peso que se produce; permite un mayor control del suelo pélvico para facilitar el parto y disminuir el riesgo de desgarros, incontinencia o prolapsos vaginales; y reduce el estrés y la ansiedad. A su vez, al realizarlo en grupo fomenta las relaciones sociales y mejora el ánimo”, detalla.

Por otro lado, después del nacimiento del bebé, el yoga también ayuda en la recuperación del cuerpo durante el postparto en un menor tiempo: “Retomar esta actividad a partir de la quinta o sexta semana, en caso de que no haya contraindicación médica, ayuda a tonificar de nuevo los músculos y recuperar más pronto la pared abdominal, fortaleciendo la musculatura perianal, reduciendo el estrés y favoreciendo la pérdida de peso”, concluye Vaquero.

Seguiremos informando…

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