En la Tierra a lunes, octubre 7, 2024

EL HOSPITAL UNIVERSITARIO INFANTA ELENA ORGANIZA

II Jornada Pádel 360: Prevención y tratamiento de las lesiones más frecuentes

PARA INFORMAR SOBRE LA IMPORTANCIA DE REALIZAR UNA PRÁCTICA DEPORTIVA ADECUADA

El exceso de ejercicio, la falta de una adecuada preparación física, errores en la ejecución técnica, la falta de descanso y el uso de un equipo inadecuado son los principales factores que aumentan el riesgo de sufrir una lesión

El Hospital Universitario Infanta Elena organizó recientemente la 2ª Jornada Pádel 3600: “Prevención y tratamiento de las lesiones más frecuentes” para informar, concienciar y sensibilizar sobre la importancia de realizar una práctica deportiva adecuada y sana que evite o reduzca al máximo el riesgo de lesiones.

El pádel es un deporte que atrae a muchas personas de diversas edades y condiciones físicas, lo que a menudo se refleja en un aumento del riesgo de lesiones. Por lo general, estas se producen por un exceso de ejercicio, la falta de una adecuada preparación física, errores en la ejecución técnica, falta de descanso y uso de un equipo inadecuado.

“La mayoría de las lesiones se pueden prevenir simplemente teniendo en cuenta consejos sencillos, como calentar y estirar correctamente antes de comenzar cualquier actividad deportiva, utilizar una pala acorde al peso y forma de juego, conocer los límites personales para no forzar el cuerpo, y tener una buena técnica”, asegura el Dr. Armando Macera, especialista de la Unidad de Pie y Tobillo del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del centro valdemoreño y coordinador de la jornada.

Durante la sesión, los expertos explicaron que las lesiones más comunes en la extremidad superior en este tipo de deportista suelen aparecer en el hombro, codo y muñeca, siendo la patología más habitual la epicondilitis (un dolor de características punzantes en la cara lateral del codo que, en muchas ocasiones, se extiende hacia la muñeca).

Por otro lado, en la extremidad inferior, las más frecuentes son la trocanteritis (dolor en la cara lateral de la cadera, que puede radiar hasta la rodilla, o incluso el pie), la tendinitis de la pata de ganso (dolor persistente en la zona interna de la rodilla por la inflamación de los tendones) o la de los tendones peroneos, aunque también podrían aparecer fracturas de estrés en los metatarsianos por la presencia continua de microtraumatismos durante el juego, las cuales suelen ser difíciles de diagnosticar al no presentar un dolor intenso de inicio.

La Dra. Marcena señala que, “a pesar de que puedan existir patologías y enfermedades que impidan la práctica de ejercicio físico, como una contraindicación médica absoluta, en general, lo adecuado es realizar un reconocimiento antes de iniciar la actividad física para valorar si el individuo está en condiciones de llevarla a cabo”.

En cuanto al impacto de la práctica deportiva en adolescentes y niños, el traumatólogo ha resaltado que “en los últimos diez años se ha constatado un aumento considerable de las lesiones músculo-esqueléticas en pacientes muy jóvenes, concentrándose el mayor pico entre los 13 y 14 años, debido a un aumento considerable de la actividad deportiva en esta población”. “En la mayoría de los casos las lesiones se deben a la práctica intensa y prolongada en estas edades, y se producen sobre todo en la rodilla y en el pie, por lo que requieren un conocimiento y un manejo especializado”, apunta.

Abordaje y tratamiento de las lesiones

A la hora de valorar el tratamiento de las lesiones es importante diferenciar si el dolor surge de forma puntual tras jugar un partido o si, por el contrario, aparece de forma progresiva y se acompaña de dificultad para mover la articulación afectada. Los profesionales han subrayado que, aunque el tratamiento inicial es conservador (analgesia, ejercicios y fisioterapia), si las molestias persisten conviene acudir a un especialista, puesto que, si hay una lesión y se sigue jugando al pádel con elevada frecuencia, esta puede empeorar.

En este sentido, en los últimos años se han perfeccionado técnicas de fisioterapia muy efectivas, así como la realización de distintos tipos de infiltraciones según la localización y patología. Además, algunas lesiones pueden ser candidatas a tratamiento quirúrgico, en las que las técnicas artroscópicas mínimamente invasivas desarrolladas en los últimos años ofrecen buenos resultados y favorecen una pronta recuperación. Sin embargo, señala la especialista, “es importante destacar que siempre hay que individualizar el tratamiento de las lesiones porque cada persona tiene características propias que pueden condicionar la evolución y el resultado del proceso”.

Otros aspectos a tener en cuenta en la recuperación del paciente, más allá del tratamiento propio de la lesión, es adaptar la forma de juego si se padece alguna lesión para evitar que esta progrese, así como disminuir la frecuencia de la actividad durante una temporada hasta la total recuperación. “No hay que olvidar que, a menudo, las lesiones musculoesqueléticas necesitan mucho tiempo para resolverse por completo por lo que hay que tener paciencia y seguir las indicaciones del profesional asistencial para evitar que se prolonguen aún más”, concluye la Dra. Brotat.

Seguiremos informando…

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