En la Tierra a sábado, diciembre 21, 2024

MÁS PRECISIÓN, SEGURIDAD Y EFICACIA EN LAS INTERVENCIONES

La Fundación Jiménez Díaz renueva sus Unidades de Neurorradiología y Radiología Vascular

PARA MEJORAR LOS RESULTADOS Y LA EXPERIENCIA DE LOS PACIENTES

Quirófano de Neurorradiología Intervencionista en las nuevas instalaciones de la unidad

Entre la dotación de última generación de la unidad, destacan dos nuevos angiógrafos con softwares específicos que optimizan el abordaje de las malformaciones arteriovenosas y del ictus, entre otras patologías

La Neurorradiología y la Radiología Vascular intervencionistas son dos subespecialidades médicas en auge, con aplicación y beneficios ya consolidados en el día a día de las instituciones asistenciales más vanguardistas de nuestro país, y con un amplio y prometedor recorrido que traerá aún más ventajas, tanto para los pacientes como para los profesionales que las ponen en práctica. La Fundación Jiménez Díaz, es pionero en ambas especialidades y desde hace décadas incluye en su cartera de servicios un amplio abanico de técnicas en sendas ofertas asistenciales.

En el caso de la Neurorradiología Intervencionista, esta se orienta al tratamiento de enfermedades vasculares del sistema nervioso central, médula espinal y región de la cabeza y cuello, así como enfermedades degenerativas y tumorales que afectan la región craneal y de la columna espinal. Estos tratamientos se realizan mediante procedimientos mínimamente invasivos, como novedosas técnicas endovasculares y percutáneas, que permiten abordar patologías vasculares cerebrales y espinales muy complejas sin necesidad de una cirugía abierta.

La Fundación Jiménez Díaz es referente en los procedimientos percutáneos, destacando el tratamiento mínimamente invasivo de hernias discales, fracturas y tumores mediante distintos tipos de ablación y refuerzo vertebral que llevan realizando durante décadas.

En cuanto a la Radiología Vascular Intervencionista, se centra en el diagnóstico y tratamiento también mediante procedimientos mínimamente invasivos como los cateterismos, y con la ayuda de técnicas de imagen tales como los rayos X, la ecografía, la tomografía computarizada (TAC) y la resonancia magnética (RM), de un amplio espectro de patologías en los sistemas nervioso, digestivo, músculo-esquelético, respiratorio, circulatorio y urogenital, así como para la obtención de muestras de todos los órganos y tejidos.

En ambos casos, frente a las cirugías y abordajes convencionales, e incluso a otros mínimamente invasivos como la laparoscopia, estos tratamientos permiten detectar y abordar determinados problemas en un menor periodo de tiempo, realizar intervenciones más precisas, eficaces y seguras, y ofrecer, con los mismos o mejores resultados clínicos, estancias hospitalarias más cortas, con menos riesgos (porque a menudo pueden realizarse con anestesia local) y convalecencias más cortas y con menos dolor.

Renovación de la unidad

La renovación de la Unidad de Neurorradiología y Radiología Vascular intervencionistas, con dos áreas específicas para cada una de estas subespecialidades médicas y una sala de recuperación propia para que los pacientes de esta unidad que se sometan a intervenciones ambulatorias puedan irse de alta a sus domicilios directamente desde la unidad, mejora su experiencia y reduce el tiempo del proceso.

“Esto permite a los profesionales trabajar con mayor precisión y eficacia, y ofrece a los pacientes una mayor seguridad y garantía en su recuperación”, explican los doctores Claudio Rodríguez Fernández Eduardo Crespo, responsables respectivos de los servicios de Neurorradiología Intervencionista y Radiología Vascular Intervencionista del hospital madrileño.

Entre las novedades de la unidad destacan dos angiógrafos nuevos de última generación, uno de ellos biplano, cuyas características están específicamente enfocadas al tratamiento de las malformaciones arteriovenosas, campo en el que la Fundación Jiménez Díaz es un centro de referencia internacional.

En palabras del Dr. Rodríguez, este equipo aporta múltiples ventajas: por una parte, “nos permite realizar reconstrucciones en cuatro y seis dimensiones y fusión de imágenes, de forma que, antes de empezar el tratamiento, tenemos una idea previa muy clara de lo que nos vamos a encontrar, así como de por dónde vamos a navegar por las arterias y venas del cerebro, que suelen ser muy pequeñas y profundas”. Por otra parte, “en los casos de ictus, nos permite realizar en la misma sala de tratamiento las imágenes necesarias para confirmar si hay una oclusión de los vasos o una hemorragia, e iniciar de forma inmediata el tratamiento, en caso de que sea necesario, lo que se traduce en un ahorro clave de tiempo, que tiene un impacto directo sobre la recuperación del paciente y su evolución neurológica”.

En cuanto al Servicio de Radiología Vascular Intervencionista, su responsable, el Dr. Crespo, también destaca el alto nivel tecnológico, el mayor del mercado, del equipamiento con el que se ha dotado la renovada unidad, “que permite realizar técnicas y abordajes hasta ahora no posibles”.

Seguiremos informando…

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