Los Asuntos Públicos y el ‘caso Koldo‘ tienen algo en común: la transparencia, o en el ‘caso’ que nos ocupa, la falta de ella. Principio fundamental de la actuación de los poderes públicos, y base necesaria para el control de la Administración y la participación ciudadana, en las últimas semanas la transparencia en el gobierno de Pedro Sánchez está dejando mucho que desear. Así las cosas, cuando lo que está en juego es el indicador principal de la calidad de los gobiernos que aspiran a considerarse democráticos, hay que meter la lupa.
Alfonso López, CEO de la consultora de Government Relations y Public Affairs especializada en estrategias políticas y el desarrollo de campañas de diplomacia RetiEspaña, lo sabe muy bien. “Public affairs es igual a transparencia y democracia, mientras que el ‘caso Koldo’ es opacidad, mala praxis y desvío de fondos públicos”, asegura a PRNoticias.
Si en apenas tres meses de legislatura estamos presenciando cómo la palabra transparencia aparece (o desaparece) en una considerable cantidad de actuaciones del nuevo Gobierno de España, qué quedará para los cuatro años que restan. Recordemos que —sin ir muy lejos— las negociaciones con los independentistas para la investidura estuvieron rodeadas de un halo de opacidad —por no ahondar en la amnistía, por la que el Parlamento Europeo le ha pedido al Gobierno español que demuestre una “transparencia total”—. Y que el pasado diciembre, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno amonestó a Pedro Sánchez y a sus principales ministros por ocultar viajes y sus gastos.
Así el ‘caso Koldo‘, del que tal parece nos queda mucho que escuchar —y contar—, no debe verse como un hecho aislado, y bien cabe analizarlo desde la perspectiva de los Asuntos Públicos y sus múltiples ángulos: Escenarios, pactos… ¿Qué nos depara esta legislatura en materia de Asuntos Públicos? Alfonso López hace una valoración, para los lectores de PRNoticias.
¿Cómo definiría la práctica de los Asuntos Públicos en esta legislatura?
El escenario político español es complejo, con un gobierno de coalición formado por dos partidos y apoyado por socios con ideologías absolutamente contrapuestas. Esto dificultará la labor del Ejecutivo, hará muy difícil el trabajo al Legislativo y llenará el Poder Judicial de casos; pero supone una enorme oportunidad para las agencias de relaciones institucionales centradas en construir puentes entre los diferentes actores políticos y sociales, y aquellas que sean capaces de encontrar soluciones a los retos y discrepancias que la polarización política genera. Asimismo, aquellas agencias que partan desde un claro apriorismo político —que las hay—, en la actual dinámica de tensiones, lo tendrán muy difícil ya que serán percibidas como un actor partidista más.
Los pactos de gobierno, a nivel local, regional y nacional, ¿en qué medida entorpecen o facilitan la práctica de los Asuntos Públicos?
Los pactos de gobierno pueden facilitar la práctica de los Asuntos Públicos si están basados en el diálogo, la confianza y el respeto mutuo. En la disyuntiva política del presente, que es de clara desconfianza entre los grupos que apoyan al Gobierno, es cuando las empresas de lobby han de demostrar su capacidad de forjar los acuerdos, esos que los políticos son incapaces de llevar a cabo. Va a ser un tiempo apasionante para nuestro sector.
Transparencia, confianza, diligencia, eficacia, objetividad, imparcialidad… ¿Qué tanto de estos principios considera tiene hoy el Gobierno de España?
El Gobierno de España debe trabajar para mejorar la confianza y la transparencia en su relación con los ciudadanos y con los sectores de la sociedad, pero muy particularmente con las agencias de public affairs. Esto no lo dice RetiEspaña, sino todas las encuestas y observatorios centrados en medir el nivel de transparencia y calidad democrática. Por ejemplo, el Grupo de Estados contra la Corrupción del Consejo de Europa (GRECO) cree que España debería emprender “una acción más decidida” respecto a las relaciones entre los parlamentarios y los grupos de presión o ‘lobby’, aunque reconoce que se han dado pasos en este sentido pero que se están demorando en el tiempo.
En la pasada legislatura, ¿qué sectores lo tuvieron más fácil?
En la pasada legislatura, pocos sectores lo tuvieron fácil. Incluso aquellos que tenían un fuerte arraigo y organización de lobby lo pasaron realmente mal, véase el caso de la energía convencional y la banca. Fueron los actores sociales.
Y en lo que va de esta, ¿cómo incide el ‘caso Koldo’ en la percepción interna y externa de transparencia en este gobierno, y de qué manera afecta a la práctica de los Asuntos Públicos?
Todo caso de supuesta corrupción afecta muy negativamente a la imagen de transparencia de cualquier gobierno. Respecto a la práctica de asuntos públicos hay que dejar claro que estamos ante un caso de presunta corrupción, y no ante una estrategia o práctica de government affairs. Public affairs es igual a transparencia y democracia, mientras que el ‘caso Koldo’ es opacidad, mala praxis y desvío de fondos públicos.
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