La Fundación Cofares charla con Isabel Rhodes, farmacéutica y nutricionista, sobre nutrición y obesidad infantil. “En la farmacia estamos en contacto todos los días con la gente y al final vemos muchas patologías que no solo pueden prevenirse, sino que también pueden tratarse, o incluso, llegar a curarse con unas adecuadas pautas dietéticas”, señala la especialista.
Isabel Rhodes ha elaborado una guía de obesidad infantil. La nutricionista explica que veía cómo llegaban madres a la farmacia para pesar a sus hijos, y cómo estas reaccionaban en función del peso que marcase la báscula. “Hablando con estas madres vi que tenían a sus hijos sometidos a dietas estrictas. No creo que esa sea la manera más adecuada de abordar este problema, por eso decidí elaborar esta dieta que les pudiera ayudar en la estrategia a seguir”.
La especialista comenta diferentes casos en los que los niños desarrollan obesidad. “Muchas veces ves que toda la familia tiene obesidad, y el niño también al tener los mismos hábitos alimenticios que la familia. Sin embargo, hay veces en que la familia no sigue unas adecuadas pautas alimenticias y a ellos no les deriva en un problema de obesidad, pero al niño sí”. En este sentido, Isabel Rhodes hace hincapié en la necesidad de una guía que oriente a muchos padres en estas situaciones, ofreciéndoles el camino correcto a seguir y teniendo en cuenta que cada niño es único y puede necesitar pautas y estrategias dirigidas específicamente a él.
¿Es correcto que los niños hagan dietas?
Tal y como señala la especialista, “meter a los niños en la cultura de la dieta desde tan pronto puede desencadenarles un futuro trastorno de la conducta alimentaria”.
Como los niños aprenden por imitación, la mejor opción que plantea Isabel Rhode es que toda la familia tenga una alimentación saludable junto con ejercicio físico. “Todo esto va a hacer que, poco a poco, el niño adquiera un peso adecuado a su edad y a su talla. Además, la familia va a ganar en salud”. Esta es la única manera que propone la especialista para que los niños consigan mantener a futuro ese hábito de vida saludable, evitando así los posibles problemas relacionados con la salud alimentaria.
Los alimentos no son premios ni castigos
Isabel Rhode pone el foco sobre otra de las malas prácticas que suelen tener lugar en la relación niños-alimentación. “Los alimentos no deben utilizarse ni como premio, ni como castigo, para no ocasionar animadversiones a ciertos alimentos”.
Eso sí, la especialista señala que, aunque los niños estén delgados, es importante una correcta educación nutricional y hacerles ver que los alimentos ultraprocesados, como la bolleria industrial, son de consumo muy ocasional, porque podrían verse relacionados con enfermedades futuras.
En este contexto, también reitera la importancia de que los niños conozcan bien los alimentos, sepan cuales son saludables y por qué, y qué beneficios van a tener para su salud. “Esto es importante porque, ya en adultos, se ve que, por ejemplo, un adulto con un normopeso que no se alimenta adecuadamente ni hace ejercicio, a pesar de su normopeso tiene un elevado porcentaje de grasa corporal, más del que le correpondería. Esto es lo que en adultos llamamos delgados metabólicamente obesos”.
¿Por qué no debemos la televisión cuando comemos?
Ver cualquier tipo de pantallas, ya sea televisión, móvil, tablet, etc., nos distrae y no somos conscientes de lo que estamos comiendo. “Esto hace que el cerebro no reciba la sensación de saciedad y que, por lo general, tendamos a comer más”.
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