La primavera ha llegado con fuerza a la Cadena COPE. Allí, corren las apuestas sobre el futuro de la franja matinal, motor de la programación en cualquier emisora, y sobre la posible continuidad de Carlos Herrera al frente del espacio más relevante de la cadena.
Y es que cobra fuerza la versión que apuesta por Herrera manteniendo el puesto. Ni siquiera la aventura de la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) parece dar al traste con ello. No son pocos los que, en los altos niveles de la emisora episcopal, creen que lo de Herrera en esa campaña no prosperará. Claro que también quita el sueño a algunos en la cadena y tiene a otros en alerta.
No obstante, la opinión mayoritaria es que Herrera mantendrá su trabajo en el matinal de COPE porque, entre otras cosas, busca apoyar una sucesión tranquila en la persona de su hijo Alberto, que ya pilota la parte más lúdica del programa. La idea, según parece, sería ir reduciendo el papel de Herrera padre y darle mayor presencia a Herrera hijo en la parte política.
Quienes apuestan por esta transición se basan, además, en otras cuestiones. Por ejemplo, en el hecho de que Herrera, en este momento, se muestra especialmente “cómodo”. También, tanto en la Conferencia Episcopal como en la propia emisora, hay quienes consideran que la opción de Alberto Herrera como heredero sería mucho más interesante que la búsqueda de un perfil interno en la casa que, ahora mismo, parece no existir.
En esta lógica, y de confirmarse la opción, el perdedor sería Ángel Expósito, que lleva años aspirando a heredar el trono matinal. No obstante, la satisfacción de los jerarcas episcopales con Expósito en su franja actual también le lastra, sin olvidar otras condiciones como la escasa sintonía con el círculo más cercano al propio Herrera.
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