La candidatura de Carlos Herrera a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tiene con la mosca detrás de la oreja a más de uno. Y es que, según parece, Herrera no sólo querría dicho cargo institucional, sino que aspiraría a compaginarlo con su labor en la franja matinal de COPE, mientras se activa la operación para entronizar a Alberto Herrera como sucesor.
El asunto preocupa en el propio equipo de Deportes de la cadena de los obispos, capitaneado por Paco González y Manolo Lama, donde se mantiene, por ahora, un compás de espera hasta que se clarifiquen los acontecimientos derivados de la última aventura de Herrera.
Y es que los Deportes de la COPE ven con cierta inquietud el hecho de que Herrera aspire a ocupar el sillón de la RFEF, sobre todo si se produce la pretensión de continuar ocupando la poltrona matinal de la cadena. Una situación que causa sorpresa dentro y fuera de la emisora y a la que los más pesimistas tildan, directamente, de “marrón”. “Imagínate que le explota alguna historia en la RFEF y él sigue dentro. ¿Qué hacemos?”, se han preguntado algunos compañeros de emisora, y no solamente vinculados al área deportiva.
La cuestión trae de cabeza a más actores. Porque los que se encuentran en la sede de Alfonso XI son los primeros afectados, pero no los únicos. Está por ver cómo digieren la cuestión en la Conferencia Episcopal y cómo respondería Fernando Giménez Barriocanal, muñidor en la sombra de la política mediática de los obispos españoles ante esta situación, que para algunos incurriría claramente en una incompatibilidad manifiesta.
En el caso de la Conferencia Episcopal, y en otros ámbitos, también se calibra otra circunstancia: el papel de Herrera como férreo crítico al Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Sería curioso ver cómo maneja esa actividad de opositor por la mañana y la compagina con darle la mano al presidente del Gobierno, al secretario de Estado de Deportes o los miembros del Consejo Superior de Deportes en un acto institucional por la tarde, eso sí, en el desempeño de sus labores como presidente de la RFEF”, valora fuentes cercanas al Gobierno.
Más aún, no faltan quienes apuntan que dicho mantenimiento de ambas funciones por parte de Herrera sería una “perita en dulce” para la competencia. Además, en las últimas semanas hay quienes han detectado un cierto empleo del espacio de Herrera para poner en valor sus aspiraciones a la RFEF. Una tendencia que, de cumplirse las mismas, podría acrecentarse.
La situación, desde luego, supone un reto difícil de solventar si, como se apunta hasta ahora, Herrera se empecina en mantener ambos puestos. Por COPE dan por hecho que si Herrera lo quiere, con la actual directiva -muy receptiva a todo lo que provenga de él- lo tendrá. Otra cosa son las consecuencias que puede generar. Y es que, como reconocen dentro de la propia emisora, “lo mejor que podría pasar es que no consiguiera la presidencia de la RFEF”.
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