Elon Musk, fundador de Tesla, propietario de X y de otras muchas compañías, es una de las personas más ricas del planeta, pero no una de las más apreciadas. Se trata de un personaje difícil de entender que, en los últimos años y debido a multitud de declaraciones y escándalos cargados de polémica, ha conseguido ponerse a mucha gente importante y a gran parte de la sociedad en contra, afectando de forma negativa a varios de sus negocios,
Pues bien, hasta ahora, la mala reputación del directivo ya era una realidad, pero no parecía estar afectando directamente a una de sus empresas más valoradas, Tesla. Sin embargo, de acuerdo con una encuesta realizada en Estados Unidos por Caliber y dada a conocer por la agencia de noticias Reuters, las opiniones políticas y personales de Elon Musk parecen estar haciendo mella en los resultados económicos de la marca de vehículos eléctricos más famosa del mundo.
Por tanto, un claro ejemplo de la gran interdependenciaque existe entre la reputación del CEO, la reputación de la compañía y su valor en el mercado. Además, una buena reputación del CEO permite a la empresa atraer inversores, atraer y retener talento, gozar de una buena imagen en los medios o combatir mejor las crisis.
En concreto, el estudio de Calibre ha confirmado cómo el número de compradores potenciales de vehículos eléctricos de Tesla en Estados Unidos ha descendido notablemente debido a la actitud de su fundador. Según Shahar Silbershatz, CEO de Caliber, “los datos al respecto son demoledores” y nada tienen que ver con la realidad de X, donde al parecer las vsitas no dejan de crecer.
La reputación de Tesla en caída libre
Uno de los datos que más ha llamado la atención de las conclusiones de esta encuesta tiene por nombre “puntuación de consideración” y hace referencia a la confianza que genera una marca entre los consumidores de cara a comprar sus productos. En este sentido, Tesla alcanzó el 70 % en noviembre del año 2021, mientras que en pleno 2024 se ha quedado en un escueto 31 %, es decir, en menos de la mitad.
Con datos como este, se ha podido afirmar también como la puntuación de Tesla cayó 8 puntos porcentuales sólo en comparación con enero, mientras que las puntuaciones de Mercedes, BMW y Audi, que fabrican tanto modelos de gasolina como eléctricos, aumentaron ligeramente en el mismo periodo, pasando del 44% al 47%.
No obstante y ante tan mala situación, ni la marca, ni el propio Elon Musk han mencionado la reputación, como la culpable de sus perdidas. Según han declarado en todo momento, la mala etapa que atraviesan se debe al contexto que existe en el Mar Rojo, que alarga las entregas, o al incendio criminal en la fábrica de Berlín, como factores que explican las menores ventas.
Negaciones que muchos expertos consideran como “falta de transparencia” y que no ayudan a solventar los problemas. Además, a la personalidad de Elon Musk, siempre polémica y conspiratoria, se une el gran aumento de competencia en el sector del automóvil, y en concreto, en el de los coches eléctricos. Esta es cada vez más feroz y numerosa.
En definitiva, ¿tendrá Elon Musk que comenzar a medir sus palabras? No parece que sea su intención por el momento. Según han afirmado diversos expertos, Tesla sigue luchando contra la mala reputación a través de la calidad de sus servicios. Y, a su vez, su CEO intenta mejorar su propia imagen demostrando que su modelo de Twitter, ahora X, es más válido de lo que muchos pensaban.
