Mamen Mendizábal (Madrid, 1976) vuelve al prime time de laSexta con la segunda temporada de Anatomía de…, un programa que repasará acontecimientos del pasado que han tenido una gran repercusión social e histórica desde una narrativa true crime a través de diez nuevas entregas.
La periodista madrileña dirige este formato junto al equipo de Producciones del Barrio, la productora de Jordi Évole. Tras dejar atrás Más vale tarde, Mendizábal reconoce que ha desconectado algo de la actualidad más inmediata, pero que su profesión le impide “desconectar completamente”.
¿Qué se van a encontrar los espectadores en esta segunda temporada de Anatomía de…?
Pues en esta segunda temporada tenemos diez programas, bueno, diez y medio te diría, porque hacemos un doble capítulo del robo del siglo, que es la desaparición en Madrid de cinco cuadros de Francis Bacon de casa de su amante y que todavía dos de siguen en en paradero desconocido. Eso es uno de los temas que llevaremos con doble capítulo.
Pero este domingo estrenamos con este de Marta Chávarri, y lo hacemos porque nuestro ánimo sigue siendo descubrir la historia tras la historia. Ese es el objetivo de Anatomía de… Repasar la historia de España de los últimos 30 años a través de grandes acontecimientos con un lenguaje con una narrativa de true crime.
El fallecimiento de Marta Chávarri este verano volvió a traer a a esta mujer a a la primera plana, ¿no? Y también su fotografía, que tiene una historia tras la historia, que es la de un juego de poder en el que ella fue una víctima perfecta. En en este primer programa retratamos a la beautiful people, el poder de la época, esos nuevos banqueros que se convirtieron en estrellas como Mario Conde, gente poderosa como los Albertos, Javier de la Rosa, ellos dominaban el mundo.
Se hablaba muchísimo de dinero dinero en esa época. Y Marta Chávarri se convirtió casi en la pieza perfecta para sus juegos y sus luchas de poder. La foto que protagonizó esta portada de Interviú estuvo guardada de durante durante meses en un cajón porque les parecía obscena hasta que a alguien le interesó sacarla precisamente para hacer daño, para hacerse daño en esas luchas de poder que tenían entre poderosos.
¿Qué más temas vais a tocar en las nuevas entregas?
La verdad es que hay de todo. Hay robos secuestros, corrupción, el comienzo del crimen organizado… Ponemos el foco muchas veces en la prensa, en los titulares, en las noticias cuando saltan, pero muy pocas veces prestamos atención a cómo terminan las historias. Y para eso a veces hay que dejar tiempo.
¿Cómo decidís qué historias os encajan en Anatomía de… y cuáles no? ¿Qué criterios seguís?
Bueno, hacemos una lista muy ambiciosa al principio de la temporada. La verdad es que tenemos tres pilares en Anatomía de… Por un lado están las entrevistas. Por otro lado, el archivo. Este es un programa donde se disfruta muchísimo el archivo. Y por otro lado, las recreaciones muy cinematográficos y de mucha calidad que hacen el equipo de Producciones del Barrio.
Esto es un programa de investigación y necesitamos a los testigos y a los protagonistas. Y si no quieren hablar, no hay tema, no nos vale. No nos vale con la opinión de un experto, necesitamos a los protagonistas. Y también tiene que haber imagen y hay muchas cosas que, o porque ocurrieron fuera del de los focos o porque no se grabaron las suficientes imágenes, que no te proporcionan la capacidad de hacer un programa de una hora.
Por tanto, hay muchos temas que nos gustaría hacer, pero que son imposibles de hacer o porque sus protagonistas ya no están o porque no van a hablar o porque no hay imagen. Y hay otros temas que nos gustaría hacer y que no salen de memento, pero que oye, lo mismo dándoles un poquito más de tiempo a sus protagonistas se les convence para que hablen.
El tiempo entonces es un factor fundamental para que la gente se decida a hablar y a contar sus historias…
Sí, porque si algo es muy reciente, todavía no ha terminado. La mayoría de las de las historias que nos encontramos cuando llegan a juicio han pasado 10 años. Hay un tiempo judicial que no va con el tiempo periodístico. El paso del tiempo hace que las historias vayan concluyendo porque. Hay veces que hay darles tiempo a las cosas para que los protagonistas sean mucho más receptivos a contar las cosas.
Ahora que no estás tan “obligada” a seguir la actualidad diaria, ¿has conseguido desconectar un poco del ruido político que tenemos encima?
Bueno, desconecto de lo que me interesa desconectar. Es una suerte cuando trabajas en el día a día de la información, de la actualidad… Cuando conduces un programa diario no te puedes desconectar de nada. Estás obligada a estar permanentemente conectada a la actualidad de la política, del deporte, de la cultura…
Ahora el privilegio que tengo es que soy espectadora, oyente, lectora. Y voy donde van mis intereses, pero eso no me ha hecho desconectarme. En el fondo es muy difícil que yo separe lo que soy de mi profesión. Llevo muchos años trabajando en directo y eso te marca de por vida.
Fuiste una de las periodistas que apareciste en la entrega especial del 11M de Lo de Évole. Me llamó mucho atención que una opinión bastante común entre todos fue que los días posteriores al atentado se rompió la convivencia política. ¿Estamos ahora en otro punto de inflexión para la convivencia democrática?
Creo que la España de hoy no se puede entender sin lo que ocurrió el 11M. Iñaki Gabilondo decía que España nunca estuvo tan desunida después del 11M. Desde luego hay una herida grande con ese atentado y con la desinformación que hubo después.
Pero para mí ir otra vez hacia el atentado del 11M para explicar la historia de España… Creo que es un recurso un poco fácil. No fácil para nuestros políticos, fácil para nosotros. Fácil para los periodistas, para la sociedad. Creo que eso fue muy doloroso, se utilizó y se manoseó a las víctimas de una manera asquerosa para luego olvidarlas.
Creo que lo que hemos construido en la política en los últimos años es fruto de nuestro propio esfuerzo. No hay que echarle la culpa a ningún terrorista. Creo que que sabemos autoinfligirnos daño a base de faltas de respeto y de poco respeto también a nuestra democracia.
Cuando hablamos de partidos anticonstitucionales y presidentes inconstitucionales, cuando ponemos en duda permanentemente las normas con las que nos regimos… Nos estamos haciendo daños a nosotros y a nuestro sistema.
¿La crispación no es tan nueva como parece?
Yo creo que no es en absoluto nueva. Lo que lo que cambia es el altavoz. Antes la crispación tenía el altavoz de los medios convencionales: la televisión, la radio y la prensa escrita. Y ahora la crispación tiene un altavoz que se ha multiplicado por millones a través de todos los medios digitales que hay, pero también porque las redes sociales se han convertido en la forma de comunicación preferida de los españoles.
A eso hay que añadir cadenas de WhatsApp totalmente falsas e informaciones que no están ni contrastadas, que no se pueden llamar ni información. Y son la base de muchos españoles para recibir su contacto con la actualidad. Por tanto, la crispación ha estado siempre, es el altavoz lo que ha cambiado.
Volviendo al programa. ¿Qué hecho reciente crees que podría encajar en algún capítulo de Anatomía de…?
Pues mira, me encantaría responder a esta pregunta, pero es que tengo muchos programas preparados y todavía no se ha podido grabar. Hay muchos temas susceptibles de pasar por Anatomía de…Creo que hay muchas historias que no han sido contadas, que que no conocemos sus finales, que han marcado nuestra convivencia y que con esta narrativa del true crime claramente son susceptibles de ocupar un hueco en otras temporadas.
Seguiremos Informando…