Oficialmente, desde hace unos cuantos meses, Irene Montero ya no está en la primera línea de la política española, sin embargo, por el momento, no abandona su carrera. Precisamente, en el mes de enero pidió a sus seguidores su aval para ser la candidata de Podemos a las elecciones europeas y lo hizo con un vídeo y varios post personales que ya demostraban que Montero estaba comenzando a dar un giro a su imagen en redes.
Claramente, la política sigue siendo el tema principal de sus plataformas, pero podría decirse que hemos conocido a dos Irenes en cuanto a lo que su proyección pública se refiere. Y es que, según han afirmado diferentes expeertos, Irene Montero siempre ha proyectado una imagen muy institucional, muy dura y combativa, con un claro posicionamiento defensivo, algo que ya no vemos de forma tan marcada.
La nueva Irene lleva leva meses adoptando una nueva narrativa, más próxima al mundo influencer, contando su estilo de vida y buscando una cercanía con sus seguidores. Es decir, en palabras de psicólogos “está trabajando en su comunicación el aspecto personal, el lado humano”.
Así, actualmente, gracias a la cuenta de Tiktok de la exministra de Igualdad, los españoles pueden saber hoy cuántos tatuajes tiene, que no soporta las aceitunas, que como muchas de su generación estaba entregada a Quimi, de la serie Compañeros, o que le encanta que suene Yo quiero bailar, de Sonia y Selena. Por tanto, sí, el tipo de vídeos o los contenidos de sus plataformas han experimentado un cambio radical.
Necesidad de reconstruir la persona política
Pero bien, ¿a qué se debe este cambio en su imagen? Según han explicado diferentes expertos en comunicación, el motivo se debe principalmente a la necesidad de renovar su contenido, la necesidad de reconstruir la persona política y por último, la más importante, dar un nuevo impulso en su perfil político y público de cara a las elecciones europeas.
La exministra está apostando por contenidos más personales y familiares con los que el resto de usuarios se pueden sentir identificados y con los que consigue humaniza más al personaje. Es decir, está apostando por crear vínculos más emocionales con sus seguidores, quizá para llegar a un público más amplio que sus votantes y conseguir ganar apoyos.
Por tanto, aunque esta nueva versión de Irene Montero en redes podría verse como un proceso natural debido al momento político en el que se encuentra, lo cierto es que responde a una estrategia meditada y tratando de “limpiar su imagen por las cosas por las que se le criticó en su anterior puesto.
Además, cabe destacar que se trata de una estrategia que encaja a la perfección con la tendencia en redes sociales de mostrar marcas más auténticas y transparentes. Pero, en cuanto a sus resultados, los expertos aseguran que es “demasiado pronto” para analizarlo, aunque en cuanto a su movimiento en redes si parece que sus últimos post están recibiendo más interacciones que el resto de sus publicaciones.
Seguiremos informandio…