A pesar que desde Prisa han entendido como una liberación el fichaje de Juan Luis Cebrián por The Objetctive, no han desaprovechado la ocasión para poner en marcha su red de influencias para cobrarse su venganza con el que ha sido su presidente de honor hasta hace escasos días.
Prisa ha hecho efectivo el despido de Cebrián alegando incumplimiento de contrato al fichar por otro medio. Algo que, tal y como ha confirmado el propio Cebrián, recurrirá por vía judicial. Además, anunció que seguirá mandando a El País los artículos pactados; colaboraciones que, por otra parte, Prisa no tiene intención de publicar.
La guerra no ha hecho más que empezar. Y es que, desde la editora de la Cadena SER, no contemplan la opción de publicar entre sus colaboraciones los nuevos envíos de Cebrián y la prueba fehaciente de ello es que este lunes, el diario El País¸ ha omitido la publicación que estaba prevista.
Rencillas personales
Sin embargo, son muchas las cuentas pendientes que Prisa tiene con Juan Luis Cebrián. En los despachos de la compañía le tienen ganas y además de las medidas ya anunciadas, han puesto en marcha la maquinaria necesaria para recordar el daño que Cebrián ha hecho a Prisa a lo largo de sus más de tres décadas ligado a ella.
Lo ha hecho a través de medios ajenos, como es el caso de Infolibre. El diario que dirige Jesús Maraña cuenta con un nexo claro con Prisa: José Miguel Contreras. Él es uno de los nombres de referencia en la línea editorial del digital y director de Contenidos de Prisa Media.
En uno de sus últimos artículos, el diario ha acusado a Cebrián de pasarse al “lado oscuro” no sin antes reprochar al directivo haber sido el responsable del “hundimiento” de Prisa y de la “derechización” del diario El País junto a uno de sus directores de confianza, Antonio Caño.
Además, han responsabilizado a Cebrián del ERE que la compañía vivó en 2012 y por el que se despidió a 129 personas. Un ERE, resultado de la debilidad económica de la compañía -que arrastraba una deuda desorbitada- y fruto de la mala gestión de su máximo responsable, Juan Luis Cebrián. Una decisión que se tomó un año después de que el protagonista se embolsara 13 millones de euros por su trabajo en la compañía. Un cruce de reproches que hacen prever que la disolución de la relación entre Cebrián y Prisa no va a ser ningún camino de rosas.
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