Cuatro estrena esta noche (22:50h) Otro enfoque, un nuevo programa de reportajes y entrevistas de actualidad de la mano de Jon Sistiaga (Irún, 1967), que regresa a Mediaset para conducir un formato “hecho a su medida”.
“Periodismo del de siempre”, así define el periodista vasco su nueva aventura televisiva, esta vez en prime time tras haber firmado varios documentales para Movistar Plus+. “Volver al abierto es un reto de la hostia para mí porque ahora se va a ser sometido, no solo al escrutinio de la audiencia, sino al mazazo de la publicidad”, explica Sistiaga.
Acerca de la primera entrega de Otro enfoque, que tratará de cerca la polarización política, “hacemos preguntas necesarias para que políticos o ex políticos que alientan o están detrás de la polarización en este país reconozcan que lo están haciendo e incluso hagan autocrítica”.
“La polarización política decanta en una polarización emocional que hace que no puedas abrir la boca en reuniones de amigos o en cenas de Navidad con tu familia porque al final acabas de mala leche”, resume.
En esta línea, el comunicador cree que este fenómeno “arranca desde los estamentos políticos gracias a los altavoces que le dan los medios de comunicación y germina en una sociedad que ha renunciado a su derecho a informarse y a contrastar las noticias que les llegan”. “La política se ha convertido en fenómeno de fans, de hooligans, que ha renunciado a captar votos en otro lado, centrándose en que no se le vayan los suyos”, sentencia.
Preguntado por su regreso a Mediaset, Sistiaga explica que volver a Cuatro “es volver a casa, al lugar donde crecía como periodista”. En cuanto a la apuesta firme del grupo por la información, señala que está muy a gusto de estar en una cadena “que apuesta por el periodismo con otros programas como el de Alejandra Andrade o Callejeros“.
Primera entrega de Otro enfoque: Polarizados
En la última década, la polarización se ha convertido en uno de los temas centrales de la política española. Para profundizar en lo que realmente significa esta expresión y en las causas y consecuencias de vivir en una sociedad polarizada, Sistiaga habla en el programa con Miguel Ángel Rodríguez, jefe de Gabinete de Presidencia de la Comunidad de Madrid, exsecretario de Estado de Comunicación y exportavoz del Gobierno.
¿Cómo ve él este momento de crispación que estamos viviendo? ¿Se siente en parte responsable? ¿Cómo se diseñan las campañas, mensajes y eslóganes políticos? “Desde hace tiempo en la política solo vivimos en guerra. Por lo tanto, no voy a ser yo el que dé un paso atrás”, explica.
Sistiaga entrevista también a Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno y exsecretario general de Podemos. ¿La polarización actual tiene algo que ver con la llegada de partidos como el que lideró? ¿Discursos como los de ‘la casta’ o acciones como los escraches contra políticos de otras formaciones, alimentaron la crispación que vivimos actualmente? “Hay quien dice que la política es ponerse de acuerdo. ¡No, hombre no! ¡Al contrario! Son las dictaduras las que pretenden anular los conflictos. Y claro que la política es conflicto siempre”, reflexiona Iglesias en el programa.
Intervienen también los periodistas Carles Francino (Cadena SER) y Lucía Méndez (El Mundo), con los que analiza el estado de la política y la responsabilidad de los informadores, los medios de comunicación y las redes sociales en esta sociedad polarizada. “Si algo tenemos que criticarnos a nosotros mismos, los medios, es que nos hemos dejado colonizar”, asegura Francino, mientras que Méndez explica: “Hay muchos periodistas que escriben para ‘sus fans’ y les alimentan. En los medios hay necesidad de llamar la atención en un mundo que tiene muchos estímulos y por eso titulamos las noticias apelando a las emociones”.
El hilo conductor del reportaje lo pone Ana Rivero, la taquígrafa más veterana del Congreso de los Diputados hasta su reciente jubilación. Tras 50 años observando y anotando las palabras y conductas de los políticos españoles, no duda en afirmar: “Qué pena, cómo ha cambiado la oratoria parlamentaria desde la Constitución hasta la decimoquinta legislatura. Se ha producido una degradación, no hay respeto, hay mucho griterío, insultos… Tenemos un Parlamento enfermo y muy difícil de curar”.
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