Un día después de Sant Jordi, a las siete de la tarde, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez decidió enviar una carta a los medios en la que anunciaba que se tomaba unos días para reflexionar sobre su permanencia al frente del país. Pero bien, ¿por qué dijo que no tomaria esta decisión hasta este lunes, 29 de abril? ¿Hay alguna estrategia detrás?
Varios expertos en el ámbito de la psicología, la comunicación y la política han analizado estos días las frases del presdente para saber con mayor certeza cuáles son las intenciones reales del presidente. Y mientras tanto, un país polarizado como es España, se ha dividido en dos bandos, aquellos que creen que “el presidente está con el agua al cuello y para evitar ahogarse piense en dimitir”, mientras que la otra mitad habla del muy injusto lawfare y los excesos de “la ultraderecha mediática”.
Sánchez es un político que se arriesga, y maneja como pocos el suspense y la capacidad de sorprender al adversario. Y es siempre audaz. Pero, se trata de una audacia muy premeditada en la que suele medir muy bien el agua que tiene la piscina y nunca se lanza a una sin estar seguro de que está a rebosar.
Por ello, una posible hipótesis es que se trata de una investigación abierta a partir de información falsa o inexacta, por lo que se lanza a este movimiento donde se victimiza, moviliza a los suyos, conmueve, y luego reaparece triunfante el lunes 29. Mientras que, la hipótesis alternativa es que efectivamente renuncie, y nuevamente surja en el horizonte una convocatoria electoral.
Experto en generar suspense
En el análisis completo de las claves que se pueden encontrar en su comunicado. se puede afirmar que no se trata una carta de amor, tampoco se percibe la melancolía de quien se despide. Aunque menciona el amor por su esposa, y parecía muy genuinamente afectado, la carta es plena en epítetos hacia la ultraderecha y sus adversarios políticos que sirven de alimento a la refriega en curso.
Es decir, en palabras de los expertos, “se debería haber centrado en uno de los dos temas: o en la parte emocional, y así hacernos sentir a todos mal, o en la parte de la culpa. Pero no ambas cosas. Por eso cree que podría formar parte de una «estrategia”. A lo que añaden que, “también se puede tratar de una estrategia puesto que su modus operandi parece que ha querido redirigir el foco de su mujer, Begoña Gómez, investigada y denuncia por Manos Limpias por tráfico de influencias y corrupción en sus negocios”.
Una agenda marcada por los próximos comicios
Ahora bien, sea cual sea su decisión lo que está claro es que esta se dará a conocer justo al inicio de la campaña de las elecciones catalanas y a 40 días de las europeas. Por tanto, es muy posible que las fechas elegidas no sean casualidad y que, por ejemplo, que este incidente que mantiene al país y sus instituciones en vilo, termine haciendo más visible a Salvador Illa en la campaña catalana, pese a que las elecciones en Cataluña tengan una dinámica propia.
Además, otra opción es que este golpe de efecto eleve la visibilidad de Sánchez de cara a un proceso europeo, desde su figura como presidente de la Internacional Socialista.y donde tras varios procesos electorales se sabe que están en auge las fuerzas de la derecha.
Sanchez es consciente de que su forma de gobernar ha traído siempre muchos ataques, pero también, de que estas críticas han contribuido siempre a ponerle en el centro de la discusión, y eso le ha facilitado el control de la agenda setting y de la discusión pública. Para Sánchez ha sido mucho más importante cuánto han dicho de él que lo que han dicho de él.
En definitiva, España se encuentra en puertas de dos elecciones importantes: las catalanas y las europeas, y su presidente es consciente de que la capacidad de incidir sobre ambas siempre será más exitosa si logra que la sociedad se plantee como dilema electoral una pregunta: ¿Sánchez sí o no?
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