Nada ha cambiado tras la decisión de Pedro Sánchez. Tras cinco días de incertidumbre, continuará al frente del Gobierno “con más fuerza si cabe”. Palabras que, para muchos, están vacías de contenido. No obstante, su comparecencia en La Moncloa deja muchos posibles análisis.
En clave mediática, Sánchez ha optado por no permitir preguntas; una cuestión que muchos periodistas y medios de comunicación han denunciado. En su lugar, horas más tarde TVE anunciaba que entrevistaría al presidente del Gobierno en un especial del Telediario.
Una maniobra que, a todas luces, parecía estar prevista incluso antes de que Sánchez anunciara su decisión. Marta Carazo y Xavier Fortes fueron los encargados de entrevistar al líder del Ejecutivo este lunes.
La cadena pública volvió a ser la elegida por La Moncloa para que Sánchez ofrezca sus primeras declaraciones. Así ocurrió también al día siguiente de ser investido presidente del Gobierno por segunda vez, en noviembre de 2023, cuando fue entrevistado por Silvia Intxaurrondo y Marc Sala.
Poco después de conocerse la noticia, algunos sectores de RTVE han denunciado que la corporación entreviste al presidente del Gobierno “en prime time”, acusando a Carazo y Fortes de estar “al servicio de Moncloa”.
Misma estrategia con los medios de comunicación
Sánchez se presenta a sí mismo como una víctima frente a los medios de comunicación críticos con su gestión. Sin embargo, su relación con la prensa dista mucho de ser la adecuada tratándose de su cargo. Así lo han denunciado en multitud de ocasiones asociaciones y sindicatos de periodistas, como la FAPE o la APM.
Durante la entrevista en TVE, el presidente del Gobierno aseguró que su única autocrítica era “no haber actuado antes ante el problema de los digitales y las webs”. A lo largo de la misma, Sánchez incidió en lo que ha denominado “máquina del fango”, en referencia a los medios más críticos y aseguró que es necesario abrir un debate “contra la mentira, la crispación, la insidia, la difamación y la perversión del debate público”.
Pese a su insistencia sobre este punto, no ha concretado ninguna medida para poner fin a este “problema serio”. Su objetivo, ha aseverado, es que no se confunda la “libertad de expresión con libertad de difamación”
Mientras tanto, Sánchez continúa premiando a los medios de comunicación afines. Ayer lo vimos con TVE, y esta mañana acude a la Cadena SER, del Grupo Prisa, donde siempre recibe un trato más amable que en otras emisoras como COPE u Onda Cero.
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