El cine ejerce una influencia cada vez mayor en el turismo en España, si no, que se lo digan a la pujante industria de los touroperadores especializados en viajes a los escenarios de películas y series. De hecho, ya se acuña el término “cineturismo”. Gaztelugache (por Juego de Tronos) le pisa los talones a Notting Hill en Reino Unido (por la película homónima) y a la Isla de Kauai en Hawai (por Jurassic Park), aunque es Nueva Zelanda y su Hobbiton quien bate todos los récords después de El Señor de los Anillos, que ha aumentado su turismo en un 30% a partir de la emisión de la trilogía.
¿Cómo se eligen estos escenarios? ¿Qué repercusión tienen a nivel local? ¿Cuáles son los destinos con mayor demanda? ¿Se acondicionan estos lugares para el “cineturista”? Para hablar de ello, desde PRNoticias hemos entrevistado a Miguel Houghton Torralba, experto en Marketing de la Universidad Internacional de Valencia (VIU). Y así, con la colaboración de Modesto García, actor, director de castings, coordinador de figuración y dirección y colaborador de agencias y productoras, nos lo cuenta.
¿Qué es “cineturismo”?
El concepto ‘cineturismo’, también conocido como turismo cinematográfico o turismo de cine, es una forma de viajar motivada por el deseo de visitar lugares que han sido vistos en películas o series de televisión. Se trata de un fenómeno turístico que nació a principios del siglo XXI, un momento en el que el interés por las películas y series de televisión creció exponencialmente, así como el desarrollo de la industria del turismo a nivel global. El experto Modesto García, actor, director de castings, coordinador de figuración y dirección y colaborador de agencias y productoras y con el que hemos colaborado para enriquecer este artículo en muchos de sus apartados, asegura que, “desde el momento en que se necesita hacer escenas de rodajes en exterior, es decir, fuera del estudio, se pone en marcha de manera lógica y automática una serie de fenómenos e intereses culturales y sociales. Si hubiera que definir este concepto podríamos decir que es la alternativa complementaria sociocultural-económica que la industria cinematográfica pone al servicio de sus intereses, ya que sabe que va a apasionar a los cinéfilos. Este fenómeno llega a su rango de esplendor y difusión en el momento que las producciones recrean en exteriores paisajes, monumentos, ciudades o playas idílicas de determinados pueblos y ciudades. La ilusión, curiosidad y “esnobismo” de querer estar, disfrutar y fotografiarse en aquellos lugares que hemos disfrutado en la pequeña y gran pantalla, crea un movimiento de apertura cultural y también empresarial”.
¿Qué beneficios tienen, para la localidad y sus habitantes, los viajes a escenarios de películas y series?
Los beneficios que supone el rodaje para las localidades y sus habitantes son múltiples. Por un lado, la atracción de visitantes que desean ver de cerca los lugares donde se filmaron sus películas y programas de televisión favoritos, lo cual se traduce en un aumento de ingresos para los negocios locales como hoteles, restaurantes, tiendas de souvenirs, y guías turísticos, así como la promoción de la localidad, que puede aumentar la conciencia y el interés de ese mismo lugar como destino turístico, así como en sus productos y servicios. Por otro lado, a nivel económico promueve la generación de empleo para los residentes locales, tanto en trabajos directamente relacionados con la producción como en roles indirectos como extras, personal de seguridad o personal de catering y, en términos más generales, también contribuye al crecimiento económico de la localidad, permitiendo inversiones en infraestructura, servicios públicos y programas comunitarios. Por último, destacaría el impulso a la preservación del patrimonio cultural, ya que algunas películas y series se filman en lugares con valor histórico o cultural significativo y esto puede ayudar a sensibilizar sobre la importancia de su preservación y conservación.
Como toda moneda, ¿cuál es la cruz del “cineturismo”?
Bien es cierto que a pesar de contar con un gran número de beneficios, también existen una serie de desafíos en torno a este fenómeno. Un ejemplo claro es el aumento del turismo de forma masificada, que puede ejercer presión sobre los recursos naturales y culturales de la localidad, lo que podría llevar a problemas de conservación y degradación del medio ambiente si no se gestiona adecuadamente. Asimismo, un aumento repentino en el turismo puede tener efectos negativos en la calidad de vida de los residentes locales, como el aumento de los precios de la vivienda, la congestión del tráfico o la pérdida de la autenticidad cultural. Por otro lado, en algunas ocasiones las economías locales que dependen en gran medida del cineturismo pueden volverse vulnerables a los cambios en la industria del entretenimiento, como la cancelación de producciones o cambios en las preferencias del público, lo que podría afectar negativamente a la estabilidad económica del lugar.
¿Cómo se elegían antes estos escenarios y cómo se eligen ahora?
Tal y como asegura el experto, Modesto García, “en tiempos pretéritos, los escenarios para los rodajes eran elegidos a través de imágenes fotográficas y algún vídeo enviado por personal local que estaba aún en formación. Hoy en día, existen profesionales “ojeadores” de localizaciones que son contactados por las productoras. Esta es hoy una profesión relativamente nueva y lucrativa. El profesional de localizaciones es el responsable de generar los permisos legales para que las productoras puedan rodar, así como los correspondientes permisos de “cortes de carretera” durante el tiempo de rodaje”.
En España, ¿cuáles son los más conocidos y visitados?
Entre los lugares de España más solicitados por las productoras se encuentran las Islas Canarias, conocidas por su impresionante belleza natural y su clima soleado durante todo el año. Algunos lugares como las impresionantes dunas de Maspalomas en la isla de Gran Canaria, las playas de Fuerteventura, el paisaje volcánico de las islas de Lanzarote o La Palma, o el Parque Nacional del Teide en Tenerife, han aparecido en grandes producciones cinematográficas como “Furia de Titanes“, “Fast & Furious 6” y “The Witcher“. Por otro lado, la ciudad de Almería, conocida como el “Hollywood español”, es otra de las localizaciones más famosas entre los productores, y es que el desierto de Tabernas es uno de los lugares más emblemáticos del cine y ha sido utilizado en películas como “Lawrence de Arabia” y “El bueno, el feo y el malo“. Por otro lado, Barcelona, el País Vasco, Cáceres o Madrid también han sido escenario de grandes series como Juego de Tronos o películas como El Capitán Alatriste.
¿Habría uno en particular que sea el más emblemático? ¿Por qué?
Dada la variedad de sus paisajes impresionantes, la estabilidad del clima para rodar sin interrupciones, el alojamiento de primer nivel, y los servicios de proveedores con experiencia y adecuados a este sector, las Islas Canarias se han convertido en paradigma de la industria cinematográfica.
¿Qué debe tener un pueblo o ciudad para ser “escenario” de una película o serie?
Las claves de que una ciudad o pueblo pueda convertirse en un escenario cinematográfico son, por un lado, que cuente con una gran variedad de paisajes y un clima estable y, por otro, una buena infraestructura de alojamiento, servicios de proveedores adecuados para la industria del cine y buenas comunicaciones y accesos para poder realizar la producción.
¿Y cómo se “vende” ese “escenario” a la industria?
Todo este proceso se realiza a través de las Film Commission, que son organizaciones gubernamentales sin fines de lucro que tienen como objetivo promover y facilitar la producción de películas, series de televisión y otros proyectos audiovisuales en una determinada área geográfica, ya sea una ciudad, un estado, una región o un país. Su papel principal es servir como enlace entre la industria cinematográfica y los recursos locales, proporcionando apoyo y asistencia a los equipos de producción que desean filmar en su jurisdicción. Esta entidad es la encargada de facilitar los permisos, gestionar los incentivos fiscales, promocionar la localización o promover la coordinación con otros organismos, entre otras acciones.
¿Qué le recomiendas a las autoridades que desean que la industria se fije en su localidad?
Las autoridades políticas locales que se precien deben de crear una agenda específica de actividades destinada a la captación de las grandes industrias cinematográficas a través de, por ejemplo, notables excepciones fiscales para facilitar dicha industria. Es una manera de motivar la actividad económica y, de esta manera, poder reducir la tasa de paro existente. A nivel local, hay que evitar que se contraten empresas de sonido e iluminación extranjeras si la propia ciudad cuenta con recursos y proveedores propios. En las mencionadas Islas Canarias, por ejemplo, un referente de primera magnitud es la empresa canaria MACARONESIA FILMS, con una dilatada experiencia en servicios a la industria cinematográfica.
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