No se pueden estar quietos. Fernando Giménez Barriocanal sigue moviendo hilos, en este caso para situar, de nuevo, a su delfín José María Albalad en el vetusto caserón de la calle Alfonso XI de Madrid. El vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, conocido por bordear siempre algunos de los mandamientos de la Santa Madre Iglesia (algunos periodistas del sector aún recuerdan cómo negaba el fichaje de Carlos Herrera cuando ya andaban negociando), quiere volver a meter con calzador a Albalad, a quien la finca de Jesulín (‘Ambiciones’) -como bromean quienes conocen bien los intríngulis episcopales- se le queda corta.
Como si no tuviera otras preocupaciones más acuciantes -por ejemplo, de dónde va a salir el dinero para las indemnizaciones de los abusos sexuales, que le va a hacer un roto a la Iglesia española gracias al informe de Cremades, del que hay tela que cortar-, Barriocanal se ha lanzado a activar una ‘operación retorno’ a medida de Albalad que, para empezar, ha comenzado por reforzarle en el flanco eclesiástico.
Fuentes de la Conferencia Episcopal, donde ya hay quienes empiezan a estar hasta la mitra de las maniobras de Barriocanal, apuntan que la designación y el protagonismo de Albalad en la campaña de la x y el nombramiento como delegado de Economía de la Archidiócesis de Madrid sólo se comprenden por ese afán y por ‘blindar’ al aragonés para la segunda fase: la que afecta a Ábside Media.
Aún así, en medios eclesiásticos resulta difícil de comprender, para muchos, cómo el arzobispo de Madrid, José Cobo, se ha ‘tragado’ ese gol.
Ábside Media, el objetivo
Con ese flanco protegido, según cree dicho dúo, la siguiente fase pasaría por moverse para introducir a Albalad, de nuevo, en Ábside Media, el conglomerado mediático de los obispos. Hay que recordar que Albalad salió de allí escocido tras haber entrado como vicepresidente de COPE, lo que le permitía mandar sobre todo el entramado radiofónico episcopal.
La operación pasaría, según se malician en Ábside Media -donde Albalad no ha dejado, precisamente, un buen recuerdo-, por intentar presionar de cara al Consejo para volver a recolocarle como consejero o vicepresidente.
Esta posibilidad ha generado resquemores en el vetusto caserón que han llegado incluso a Añastro. Y es que no son pocos, y entre ellos se encuentran algunos de los comunicadores más influyentes de la COPE, los que creen que esta maniobra sólo desestabilizaría al actual equipo de gestión encabezado por Javier Visiers. No faltan quienes valoran que esa sería la tercera fase: cambiar a Visiers por Albalad una vez que éste se encuentre dentro de la Casa.
Casualidades de la vida (o no), con esta operación activada, algunos de los directores regionales de COPE de mayor servidumbre hacia Barriocanal llevan varias semanas minándole el terreno a ciertos nombres del equipo de Visiers.
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