Descubre cómo proteger y cuidar tus meniscos, esos pequeños pero vitales amortiguadores de la rodilla. Los doctores Nuria Urquiza y Miguel Ángel Romero, especialistas en Traumatología del Centro Médico Quirónsalud Plaza Euskadi, dan las claves para prevenir desde lesiones menores hasta roturas graves, las actividades diarias y deportivas pueden desencadenar problemas. Aprende cómo prevenir y detectar signos de lesiones para mantener la salud de tus meniscos.
1. Controla tu peso
Cada kilogramo adicional ejerce una presión extra sobre las articulaciones, aumentando el riesgo de lesiones de menisco y otros problemas. Mantener un peso saludable puede reducir significativamente esta carga y proteger tus rodillas a largo plazo.
2. Fortalece tus músculos
Los músculos que rodean la rodilla, como el cuádriceps y los isquiotibiales, actúan como un sistema de soporte natural. Incorpora ejercicios de fortalecimiento muscular para ayudar a proteger tus rodillas y reducir la carga sobre el menisco.
3. Evita impactos excesivos
Actividades de alto impacto, como correr sobre superficies duras, pueden aumentar el riesgo de lesiones de menisco. Considera alternativas de bajo impacto, como nadar o andar en bicicleta, para reducir la tensión en tus rodillas sin comprometer tu nivel de actividad física.
4. Mantén una buena postura
Una postura adecuada al caminar, correr y realizar actividades diarias puede ayudar a distribuir el peso de manera uniforme y reducir la presión sobre las rodillas. Presta atención a tu postura y realiza ajustes según sea necesario para proteger tus articulaciones.
5. Escucha a tu cuerpo
No ignores las señales de advertencia, como dolor o molestias en las rodillas. Si experimentas algún síntoma de lesión, como inflamación o dificultad para mover la articulación, acude a especialista en traumatología.
“La prevención es fundamental cuando se trata de proteger nuestras rodillas y evitar lesiones de menisco”, afirma la doctora Nuria Urquiza, especialista en lesiones deportivas.
Por su parte, el traumatólogo Miguel Ángel Romero destaca que el sobrepeso y la obesidad suponen una carga para las articulaciones y las rodillas en particular. “Cada kilo de grasa extra provoca un impacto negativo en la rodilla que se multiplica por 6 al correr”. La cuenta es sencilla “si nos sobran 10 kilos, al correr nuestras rodillas sufrirán el peso de 60 kilos de más en cada zancada” subraya el traumatólogo.
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