La vigésimo séptima edición del Foro España – Estados Unidos, el encuentro binacional promovido por la Fundación Consejo España – EE.UU. y el United States Spain Council desde hace más de 25 años, ha concluido este fin de semana en Santa Fe, Nuevo México, después de dos días de debate. En este se han reunido a más de un centenar de representantes de la sociedad civil de ambos países para abordar tres temas clave en la relación bilateral: las oportunidades y desafíos de la inteligencia artificial, la lucha contra la ciberdelincuencia y el impacto del cambio climático y los efectos de la sequía en la economía y en las personas.
“Una de las principales conclusiones a las que hemos llegado junto a nuestros amigos estadounidenses, y gracias a los expertos que han participado en los debates tras estas dos intensas jornadas de trabajo, es la importancia de la colaboración público-privada en el marco de nuestras relaciones. Resulta esencial que empresas y administraciones públicas cooperen a todos los niveles para hacer frente a los desafíos que presentan las cuestiones que nos han ocupado en este Foro, como son el desarrollo de la inteligencia artificial, la ciberdefensa y el cambio climático”, ha dicho Josu Jon Imaz, presidente de la Fundación Consejo España – EE.UU.
El evento ha contado con el respaldo institucional y la presencia de las embajadoras de España en Estados Unidos, y de Estados Unidos en España y Andorra, Ángeles Moreno Bau y Julissa Reynoso, respectivamente, y de la gobernadora del Estado de Nuevo México, Michelle Luján Grisham. Ha recibido además el apoyo de Avangrid, Pfizer, Repsol, General Motors, Amazon Web Services, Netflix, HP, Microsoft y FedEx.
“Estoy muy satisfecho por el éxito de la celebración del XXVII Foro España – Estados Unidos en Santa Fe, la ciudad capital de mi estado natal, y muy agradecido a toda la comunidad española y estadounidense que lo ha hecho posible. Juntos hemos podido disfrutar del apreciado paisaje natural de Nuevo México, a la vez que hemos abordado tres asuntos de importancia principal a los que se enfrentan nuestros dos países, al igual que el resto del mundo. Confío en que, tras este Foro, la duradera relación entre Estados Unidos y España sea más fuerte que nunca”, dijo el Senador Ben Ray Luján, presidente honorario del United States Spain Council.
Voces expertas para analizar los grandes desafíos globales
A lo largo de dos días, el XXVII Foro España – Estados Unidos ha congregado en Santa Fe a destacados expertos en materia de inteligencia artificial, ciberseguridad y energía de los sectores público y privado de ambos países.
En esta nómina de ponentes han figurado, entre otros, el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública del Gobierno de España, José Luis Escrivá, el director de ciberseguridad de la Casa Blanca, Harry Coker Jr., la subsecretaria de Comercio de Estándares y Tecnología y directora del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados Unidos, Laurie E. Locascio, el subsecretario de Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente del Departamento de Estado de Estados Unidos, José W. Fernández, el CEO de Acciona Energía, Rafael Mateo, y la vicepresidenta de Iniciativas Estratégicas de Asuntos Corporativos Externos y Legales de Microsoft, Mary Snapp.
En materia de Inteligencia Artificial
En su primera sesión de trabajo, el Foro abordó los desafíos y oportunidades que presenta el avance imparable de la inteligencia artificial. Además de señalar sus riesgos y la necesidad de regulación mediante legislación, los ponentes subrayaron el inmenso potencial industrial de esta tecnología para transformar las economías de pequeña a gran escala.
El panel coincidió en destacar la importancia de la colaboración público-privada, especialmente en el marco de las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea, para poner en marcha mecanismos que promuevan un desarrollo tecnológico ético, responsable y adaptado a los marcos normativos internacionales y fijar estándares de seguridad que permitan la protección de los datos de los usuarios.
En este contexto, las empresas españolas sobresalen por su capacidad y madurez tecnológica como socios fiables para las administraciones públicas y los gobiernos en la conceptualización e implementación de estrategias nacionales de desarrollo tecnológico y procesamiento de datos.
En materia medioambiental
El desarrollo de la inteligencia artificial exige, por su parte, una gran demanda de energía. Satisfacerla supone un gran desafío en el camino hacia la descarbonización de la economía, un compromiso que requiere una masiva inversión de capital.
A pesar de ser una prioridad, tanto para los gobiernos como para las empresas privadas, los ponentes de la sesión dedicada a energía y cambio climático advirtieron avances más lentos de lo esperado en el proceso de transición energética, debido principalmente a problemas relacionados con la falta de financiación.
En este contexto, la energía eólica y la solar se presentan como las fuentes de energía limpia que, en comparación con otras, como el hidrógeno verde, ofrecen mejores condiciones al permitir, una vez instaladas, costes de generación cero.
Por otro lado, la posibilidad de que la transición energética desemboque en nuevas dependencias estratégicas de terceros países emerge como una de las mayores preocupaciones. Para evitarlo, los ponentes enfatizaron la importancia de asegurar las cadenas de suministros en materiales críticos.
En materia de ciberseguridad
Finalmente, la lucha global contra la ciberdelincuencia ha sido el tercero de los asuntos tratados en el encuentro. La multidimensionalidad de las amenazas que recibe Estados Unidos, tanto en el sector público como en el privado, y la protección de las infraestructuras críticas, que no siempre están en manos del Estado, son, según los expertos, las principales preocupaciones para los responsables de la seguridad nacional.
La respuesta a estas amenazas requiere, de nuevo, de la colaboración conjunta y proactiva entre empresas, gobierno y servicios de inteligencia a nivel internacional, y especialmente entre la Unión Europea y Estados Unidos. El sector público tiene que ser consciente además de su rol como garante de la ciberseguridad de los ciudadanos y de la elaboración de códigos de buenas prácticas que defiendan los valores democráticos.
Las empresas deben, por su parte, invertir en la protección de datos sensibles y en la creación de talento para satisfacer la demanda de los cientos de miles de puestos especialistas en ciberdefensa que ya se requieren en todo el mundo.
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