Este domigno, tras el resultado obtenido en las elecciones europeas, Sumar se ha quedado sin lider. Yolanda Díaz ha anunciado por sus propios medios en una comprecencia que ha tenido lugar este lunes, y después de ser testigo de la caída de su partido, su dimisión, aunque también ha dejado claro que, por el momento, continuará con sus funciones dentro del Gobierno de coalición como vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.
Cabe destacar que la intervención que ha llevado a cabo para anunciar su dimisión ha sido por streaming y sin presencia de medios de comunicación, una forma que, una vez más, deja ver la falta de una estrategia sólida que ha llevado Sumar a la crisis en la que actualmente se encuentra inmerso. Y es que, el hasta ahora partido de Yolanda Díaz llegó a estos comicios europeos muy débil después de su batacazo en Galicia con su estrepitoso fracaso sin lograr representación, salvando los muebles por la mínima en el País Vasco y en Cataluña, donde los comunes también pincharon perdiendo 2 escaños.
Así bajo la presión de la opinión ciudadana que se ve muy claramente reflejada en las votaciones, la ya ex presidenta de Sumar ha afirmado durante su comparecencia que, “la ciudadanía no se equivoca cuando vota y tampoco se equivoca si decide no ir a votar, es siempre nuestra responsabilidad”, a lo que ha añadido, “yo voy a hacerme cargo”. Palabras tras las que ha anunciado su “firme” dimisión como coordinadora de Sumar y tras las que ha motivado a que haya “un debate” sobre cómo se debe construir el proyecto político y dejando en una incógnita quien será su sucesor en la dirección del partido en el que confluyen más de quince formaciones políticas.
Sumar: un proyecto político con una estrategia por definir
Pero bien, la situación de crisis alcanzada por Sumar no ha llegado de la noche a la mañana, este partido quiso presentarse como la gran esperanza, la alternativa a una izquierda que salió más que debilitada el pasado 28 de mayo con los resultados de las elecciones municipales y autonómicas, pero debido a una estrategia poco clara nunca ha llegado a conseguir el objetivo perseguido, Un hecho que ha ido desgastando a sus votantes.
Y es que, la propuesta política es un elemento fundamental en el marketing político, ya que se refiere a las ideas y políticas que un candidato o partido presenta a los votantes. Es el conjunto de propuestas y medidas que se ofrecen como soluciones a los problemas y desafíos que enfrenta la sociedad. Si esto no esta claro, como ha pasado desde el inicio son Sumar, ganarse el voto de los ciudadanos se complica.
En concreto, antes de las elecciones Europeas el partido ha buscado volver a ese camino de diferenciación maniobrando para sacar beneficio de la crispación y el tono bronco que caracterizan las relaciones entre la parte socialista del Gobierno y la oposición dentro del Congreso y que intoxica, según ellos, a toda la política. Un posicionamiento que le ha llevado un poco más lejos del PSOE acercándose al objetivo de tener mayor valía como partido individual y no como uno más dentro de la izquierda española pero que, sin embargo, parece haber llegado tarde.
Así, la nueva política que nació a partir del 15M y que tras uno de los movimientos de impactos realizados por su líder Yolando Díaz, queda al borde del abismo, ha demostrado una vez más ser un proyecto repleto de derrotas dolorosas y sobre todo de cambios de guión. Su dimisión como líder de Sumar llena de incógnitas el futuro de la izquierda y concretamente de su partido, que tendrá que repensar todas las hipótesis que han ido conduciendo a este momento y en concreto la que ha llevado a la ruptura con Podemos viendo si esto realmente les ha beneficiado o no.
En definitiva, el caso de Sumar y la situación que atraviesa el partido actualmente, deja claro como en el marketing político, la propuesta política se debe centrar en comunicar de manera clara y convincente cuál es la visión, los objetivos y las políticas que el candidato o partido pretende implementar si es elegido. Es decir, el plan y el objetivo debe ser siempre buscar diferenciarse de los competidores y captar la atención de los votantes para conseguir realmente una estrategia efectiva.
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