El presidente del Gobierno ha aprovechado la entrevista concedida a La Vanguardia para explicar cuál es su plan para limitar a la prensa que con la que no comparte línea editorial. Las amenazas que anunció la pasada semana serán una realidad el próximo mes de julio.
En declaraciones al director de La Vanguardia, Jordi Juan, Pedro Sánchez ha asegurado que usará la ley de libertad de los medios de comunicación aprobada por el Parlamento Europeo como marco. Escuda sus ataques a parte de la prensa abogando por la pluralidad y la transparencia: “Nuestra obligación es consolidar unos medios de comunicación plurales, diversos, con información veraz”.
La intención del Ejecutivo ha sido entendida por muchos medios de comunicación y periodistas como un ataque directo a la libertad de prensa. Concretamente a una parte de la prensa crítica con las decisiones del Gobierno que no cuentan con el beneplácito del presidente.
El plan del Gobierno pasa por remodelar dos leyes: la Ley Orgánica del Derecho a la Rectificación y la ley orgánica del Derecho al Honor. Lo hace “para acabar con la impunidad que algunos tabloides”, asegura.
Sector dividido
No será la única estrategia que pondrá en marcha para frenar a la prensa crítica. También está en el punto de mira del presidente del Gobierno la financiación de los medios de comunicación. La asignación de la publicidad institucional también será una herramienta de presión para los medios de comunicación.
Un hecho que ha colmado a buena parte de la profesión, que interpreta estas decisiones como un intento del Gobierno por favorecer a los medios afines. De hecho, son muchos los que han recriminado a asociaciones como la APM el silencio que mantiene a pesar de estos ataques que amenazan la libertad de prensa en nuestro país.
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